Costa Rica era uno de los países modelos en la lucha contra el coronavirus. Sin la necesidad de estar varios meses con un aislamiento social, los centroamericanos tenían prácticamente controlado los contagios de coronavirus. Pero en los últimos días pasaron de contar de a 20 casos a más de 200 y el número sigue en aumento. En total tienen 6.845 contagiados y 26 muertos.

El temor del gobierno nacional empezó a crecer cada vez más y se decidió a decretar una alerta naranja en gran parte del país. La misma significa la aplicación de un gran número de restricciones para evitar que se siga infectado más gente. Las grandes zonas metropolitanas fueron las más afecadas.

Todo esto terminó incidiendo de forma directa en los equipos ticos. La mayoría había vuelto a los entrenamientos, tras la finalización del Clausura 2020, y tuvieron que parar por encontrase en la zona naranja. Las prácticas se estaban realizando de cara al inicio del próximo torneo que tiene como fecha de comienzo el 16 de agosto.

Los únicos clubes que podrán continuar con su rutina habitual son Limón FC y Pérez Zeledón porque se hallan en zona de alerta amarilla, donde tienen permitidos moverse más. En estas partes se puede seguir entrenando por el momento debido a que no han aumentado los casos de manera indiscriminada.

Es claro que la vuelta del fútbol en Costa Rica será igual de difícil que los demás países de Centroamérica. Nunca se sabe a ciencia cierta cuando bajarán los casos de coronavirus y será un constante ida y vuelta. La Major League Soccer es el gran ejemplo, muchos equipos tuvieron que bajarse porque tuvieron casos positivos en sus plantillas y hasta se suspendieron partidos por lo mismo.