Felipe Baloy y Blas Pérez, dos de los referentes que se retiraron de la selección de Panamá tras disputar la Copa Mundial de Rusia 2018, descartaron la propuesta de incorporarse al Instituto Panameño de Deportes con un salario de 5.000 dolares al mes y que generó rechazo.

Juan Carlos Varela, presidente de la república, confirmó la designación y explicó que los futbolistas serían consultores deportivos y que se encargarían de dictar clínicas. Pero las reacciones adversas comenzaron a multiplicarse en las redes sociales.

Baloy y Pérez emitieron un comunicado, tras el anuncio presidencial, en el que explicaron que luego de consultar con sus familias prefirieron desestimar el cargo en el sector público. Ambos reiteraron su agradecimiento por todo el apoyo brindado.

"Agradecer a todas las personas que manifestaron un total respaldo, nos dieron muestra de total confianza en el trabajo que podíamos realizar, y así mismo, a los que sin conocimiento de causa mostraron su descontento", refirió el comunicado de los ex internacionales canaleros.

La mayoría de los comentarios, tras su comunicado, apoyaron la decisión y aseguraban que era lo mejor que pudieron haber hecho.