Detrás de los buenos reflejos que tiene el guardameta de AD Santos, Douglas Forvis, hay numerosos y desgarradores episodios que debió atravesar para conseguir su sueño de ser futbolista profesional, pero gracias al respaldo de su familia, a la mentalidad que tuvo y a su humildad, logró conquistarlo.

 

A sus 27 años, el arquero santista sueña con regalarle una casa a su madre, a quien la cataloga como “mi motivación diaria”. Por su parte, gran parte de su humildad se debe a que el valor de la vida lo aprendió desde muy pequeño, como cuando iba con su primo a vender pan por diferentes gasolineras para generar recursos.

El arquero sigue entrenando para responder con el AD Santos.

El arquero sigue entrenando para responder con el AD Santos.

“A los 15 años, el presidente de la comunidad fue a donde mi papá y me ayudó a conseguir una prueba en la meseta central. Cuando me di cuenta era en Saprissa. Pasó como una semana y mis vecinos se dieron cuenta entonces se burlaban de mí, me decían que para qué lo iba a intentar”, relató el arquero sobre sus primeros pasos en los grandes clubes del país en una entrevista al portal ESPN Costa Rica.

“Para ese tiempo tenía un poco de sobrepeso entonces la prueba me costó mucho. De 80 jóvenes, yo quedé dentro de los cinco que escogieron y a la semana se me hizo un contrato. Yo vivía en un barrio peligroso en Lomas de Pavas. Una vez me asaltaron y me robaron una maleta. Mi papá me había dado un dinero para sobrevivir y me quitaron junto a mis tenis. Tenía un celular que solo cinco mensajes le entraban, pero eso no se lo llevaron. Yo le dije a mi tía que me quería devolver porque me asustó mucho, pero Saprissa me ayudó con plata, tacos y ropa”, recordó.

 

 

“Yo entrené con Keylor Navas y Esteban Alvarado. Yo soy de los que creen que uno tiene que reflejarse con las personas, de hecho, todos me preguntan que por qué no me reflejo con Keylor. Aclaro, para mí él es el mejor del país y del mundo. Pero, por la parte humana, Esteban es mi ídolo y mi amistad con él fue diferente, viene un barrio parecido al mío, yo me veo como él, lástima algunas cosas que le han pasado porque siento que pudo haber aprovechado más su juventud. Son dos grandes ejemplos”, concluyó Douglas.