La Selección de Costa Rica en los últimos años se ha caracterizado por uno de los conjuntos más competitivos y más fuertes del área de Concacaf. Siendo uno de los rivales más complicados, haciéndose fuerte de local y destacando en una Copa del Mundo como en Brasil 2014 llegando a los cuartos de final, siendo así su mejor participación en un Mundial hasta la fecha. 

Sin embargo, durante los últimos dos años, este panorama ha cambiado y mucho, sobre todo después de la Copa del Mundo de Rusia 2018. En ese lapso de tiempo, la selección tica se ha enfrentado en quince oportunidades a distintas selecciones del área y los resultados no han sido buenos. 

 

¿Por qué se marca esto? Los números indican que Costa Rica en los últimos dos años sufrió ocho derrotas, cuatro victorias y tres empates. Saldo negativo para los costarricenses. Ante México disputó cuatro encuentros y en todos ellos el resultado fue el mismo: ningún triunfo, todos los partidos en derrotas.

Durante la Copa Oro 2019 tampoco le fue bien a Costa Rica. Incluso perdiendo un encuentro en esa misma edición de Copa ante Haití. A esta situación se le suman estas dos últimas derrotas en partidos amistosos ante la Selección de Panamá, algo que no dejó muy contento a los aficionados y seguidores de la selección costarricense.

 

 

Sabemos que en el fútbol se puede ganar, perder o empatar, pero todo está en las formas. Allí el detalle. Además, en los últimos siete amistosos de Costa Rica, perdió seis. Más del 50% en derrotas. Tres de ellas fueron de local, lo que asoma el panorama y la interrogante, sobre si Costa Rica ha estado perdiendo fuerzas ante selecciones de Concacaf en los últimos años.