El seleccionado tico derrotó 3-2 a Colombia en Houston y se despidió de la Copa América con la cabeza en alto. Venegas, Fabra en contra y Borges anotaron para los dirigidos por Ramírez. El propio Fabra y Marlos Moreno marcaron los tantos cafeteros.
No es cierto que no sirve de nada. A punto estuvo Costa Rica de abandonar los Estados Unidos con los ánimos por el suelo, dudando de sus capacidades cuando por delante todavía quedan desafíos que, en realidad, son el principal objetivo del equipo. Tras su actuación ante Colombia, los dirigidos por Ramírez confirmaron que no han perdido el fútbol, bañándose en esa confianza necesaria para luchar por un lugar en el Mundial de Rusia de 2018.
El triunfo ante el hasta entonces imbatible seleccionado colombiano en Houston deja también muchas conclusiones para el futuro. Porque la actuación de Johan Venegas, autor de un gol y medio, debería hacerlo merecedor de titularidad en lugar de un Joel Campbell con más nombre que presente.
Fue victoria 3-2 y fue desahogo para los ticos. Fue lavado de rostro y fue consuelo. Fue la confirmación de que a Costa Rica todavía le queda mucho fútbol por delante. Fue un error pensar que el equipo estaba para campeón, pero dicen que los equipos maduros de los errores aprenden.
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