La vida puede cambiar en un instante, de estar buscando un sueño en un país que no era el suyo a tener que volver a uno del que se fue para mejorar su vida por completo, lo estaba haciendo, pero el destino le tenía un duro golpe preparado.
Ese es el caso de Emerson Colindres, un migrante catracho que tuvo que dejar Cincinnati, Ohio para volver a Honduras y buscarle una solución a su vida tras ser deportado desde los Estados Unidos.

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El joven comenzó como una promesa en el fútbol de academias de USA que iba camino a despegar, pero los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) lo detuvieron durante una cita migratoria.
Con 18 años en carpeta fue deportado a Honduras y ahora encontró una nueva oportunidad de forma profesional en la Liga de Ascenso (Segunda División) en tierras catrachas.

Emerson tuvo que dejar sus sueños en Estados Unidos tras ser deportado. Foto: Cortesía.
¿Qué historia puede contar Emerson Colindres pasando de Estados Unidos a Honduras en un abrir y cerrar de ojos?
Emerson vivía en Estados Unidos desde 2014, lo hacía junto a su madre y hermana. Los Colindres habían pedido asilo para escapar de la violencia en Honduras, pero ya en tierras norteamericanas fue rechazada. Pudieron estar algunos años en USA, pero en 2023 recibieron la sentencia final de expulsión.
El joven de 18 años siempre se portó bien y no tenía antencedentes, pero fue una cita con el ICE que truncó todos sus sueños, a pesar de que quiso hacer las cosas de forma legal y ante la justicia.
Para Emerson el 04 de junio de 2025 será una fecha que deseará borrar toda su vida. Tan solo días después de su graduación, fue arrestado por la agencia federal cuando asistia a una cita migratoria. Aquí comenzó un verdarero calvario.
“Lo sacaron del edificio esposado”, contó Bryan Williams a NBC News, entrenador del club Cincy Galaxy, quien lo había acompañado en aquel momento que se esperaba que fuera un paso más para seguir viviendo en Estados Unidos.
Tras ser arrestado, Emerson fue mandado a prisión donde están los otros migrantes que iban a ser expulsados, pasaron 14 días (hasta el 18 de junio) cuando de forma definitiva fue deportado a Honduras.

En el país norteamericano era muy querido, pero la vida lo golpeó de la peor forma. Foto: Cortesía.
Emerson Colindres no regresó solo a Honduras
A pesar de que solo el tenía orden de deportación, su madre y hermana decidieron abandonar sus sueños y no dejar solo al joven de 18 años. Como una verdadera familia los tres dejaron todo y regresaron a Honduras.
“Nunca le hizo nada a nadie, no ha cometido ningún tipo de crimen y siempre ha hecho las cosas de la manera correcta”, contó su mamá a Univisión Noticias, en una nota que hizo eco todo un país.

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Como de costumbre, su madre se convirtió en el sostén de Emerson, ya que en su etapa de adolecete pudo haber tomado muy malas decisiones. Regresaron a un país que habían dejado hace 8 años.
“Fue una situación bastante difícil que pasamos, pero después de la tormenta viene la calma”, comentó Ada Bell Baquedano, madre de Emerson.
La vida le ha sonreido y esta es su nueva actualidad dentro del fútbol
A pesar de ser deportado, su sueño en el fútbol no acabó y gracias a Dios, como ellos mismos lo indican, en Honduras se le abrió una puerta que pensaban se iba cerrar para siempre.
Emerson fue convocado por uno de los técnicos que mejor maneja las categorías menores, Emilio Umanzor. Actualmente es director de la Academia de Fútbol y Formación Integral (AFFI). Una segunda oportunidad para Colindres que nunca iba a desaprovechar.

Emilio Umanzor, destacado por dirigir a varios grandes futbolistas en las categorías menores de Honduras, fue quien le dio una segunda oportunidad a Emerson. Foto: El Heraldo.
“Yo pude venir a llorar, pero elegí seguir mi sueño y trabajar”, afirmó dejando de lado todo lo que tuvo que vivir en Estados Unidos.
“Emerson es un niño con grandísimas condiciones deportivamente y, mejor aún, en la parte personal. Estamos conociéndolo y dándole seguimiento”, destacó Umanzor.
Con su debut en la Liga de Ascenso, Colindres demuestra que a la vida hay ponerle el pecho a las balas y no dejarse rendir, independientemete de lo que suceda: “Es el inicio de mi sueño”, aseguró.
Ahora, con el apoyo de su madre y hermana busca salir adelante y asegura que su sueño es llegar a la Liga Nacional de Honduras.