El Clásico Nacional entre FAS y Alianza ofreció un primer tiempo de alto voltaje en el Estadio Quiteño, donde ambos equipos protagonizaron un empate 2-2 lleno de emociones, polémicas y hasta una trifulca entre los banquillos. La intensidad fue tal que el árbitro Germán Estanley Martínez debió intervenir en varias ocasiones para contener los ánimos y, tras una revisión con sus asistentes, expulsó al capitán tigrillo Rudy Clavel.

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El FAS inició con fuerza y se adelantó rápidamente en el marcador. Primero, Rafa Tejada abrió la cuenta desde el punto penal, y poco después Dustin Corea amplió la ventaja con un remate preciso que dejó sin opciones al portero albo. Con el 2-0, los santanecos parecían tener el control absoluto del encuentro y el público en las gradas estallaba en euforia.
Sin embargo, al minuto 19 el partido cambió de tono. En una contra peligrosa de Alianza, el arquero Kevin Carabantes salvó una opción clara, pero la jugada terminó con Leonardo Menjívar tendido en el suelo tras un golpe en el rostro propinado por Clavel. El roce entre ambos jugadores encendió los ánimos, y tras un intercambio de empujones, Clavel sujetó del cuello a Menjívar, quien respondió con un puñetazo que lo derribó.
Se armó la bronca en el FAS vs. Alianza
La tensión se trasladó de inmediato a los banquillos, donde se produjo una trifulca que involucró a miembros del cuerpo técnico de ambos clubes, incluido el entrenador de FAS, Cristian Flores, y un utilero de Alianza. La intervención del cuarto árbitro y la seguridad fue necesaria para restablecer el orden en el campo.
Tras varios minutos de consulta entre los árbitros, Rudy Clavel vio la tarjeta roja directa, dejando a FAS con un hombre menos cuando el partido todavía tenía mucho por jugar. A partir de ese momento, Alianza aprovechó el desconcierto del rival y, con goles de Michell Mercado y Noel Rivera, logró empatar el marcador 2-2 antes del descanso.
El cierre del primer tiempo fue un reflejo del espíritu del clásico: intensidad, drama y emociones al límite. Con un ambiente caldeado en las gradas y en el terreno de juego, el segundo tiempo promete mantener el mismo nivel de tensión en uno de los enfrentamientos más apasionantes del fútbol salvadoreño.





