Anderson Canhoto, el mediocampista brasileño que ha conquistado rápidamente los corazones de los aficionados de Liga Deportiva Alajuelense, sorprendió a todos con una emotiva y sincera confesión sobre su complicada juventud en Brasil.

Luego de anotar el primer tanto en la contundente victoria de los manudos por 4-0 ante Guanacasteca el pasado sábado, Canhoto aprovechó para compartir una parte de su historia.

El esfuerzo detrás de los logros

En una entrevista con La Teja, Canhoto habló sobre los sacrificios que su familia hizo para que él pudiera dedicarse al fútbol. “Yo vengo de un lugar que no es de clase alta, es de clase baja, pero de personas muy amables y buenas. Mi familia luchó mucho por las cosas, nunca fue nada fácil para nosotros, tuvimos una vida difícil. Mis padres me apoyaron mucho para seguir en el fútbol“, reveló el mediocampista.

Canhoto no tuvo una infancia fácil (LDA).

Canhoto no tuvo una infancia fácil (LDA).

Mi familia dejó de hacer muchas cosas para que yo pudiera jugar, para darme plata para entrenar. Muchas veces dejaron de comer para que yo pudiera seguir adelante. Siempre, antes de los partidos, pienso mucho en eso. Sé que ahora tengo que correr por ellos, porque ellos estuvieron ahí cuando más lo necesité”, expresó el brasileño.

Canhoto le da las gracias a Dios por Alajuelense

El brasileño destacó especialmente el sacrificio de su padre, expresando que dejó varios trabajos para poder acompañarlo a sus entrenamientos: “Mi padre me acompañaba siempre. A veces no podía ir a trabajar porque tenía que llevarme. Fue muy difícil para todos”.

Yo sé lo difícil que es salir de Brasil para jugar en un equipo como La Liga. Pude hacerlo, y estoy muy agradecido con Dios por eso. Siempre le doy las gracias, porque es algo increíble”, destacó Canhoto.