La selección nacional Sub-23 de Costa Rica tuvo una actuación decepcionante en su último partido del Torneo Maurice Revello. Cayeron 4-2 ante Qatar en el enfrentamiento por el undécimo lugar. El equipo dirigido por Douglas Sequeira se despide de este certamen sin haber logrado una sola victoria en los 90 minutos reglamentarios. Además, en el partido que definía el último y penúltimo puesto, recibieron la mayor cantidad de goles en toda la competencia.

El balance final para los jóvenes de la selección costarricense fue de dos empates (uno ganado en penales) y dos derrotas. Sin duda alguna, no lograron cumplir con las expectativas en su regreso a este prestigioso torneo. A pesar de los esfuerzos realizados, el equipo no consiguió los resultados deseados y deberá analizar lo sucedido para futuras competencias.

En el encuentro disputado el jueves, Doryan Rodríguez y Carlos Barahona fueron los encargados de marcar los goles del equipo costarricense, pero sus esfuerzos llegaron demasiado tarde. Aunque lograron maquillar el marcador de un 4-0 a un 4-2, el resultado final fue insatisfactorio. Queda claro que se necesitan mejoras en el desempeño del equipo para poder competir a un nivel más alto.

A pesar de esta actuación deslucida, dos jugadores se destacaron en el equipo costarricense a lo largo del torneo: Brandon Aguilera y el portero Alexandre Lezcano. Ambos demostraron habilidades destacadas y fueron piezas clave en el equipo. Sin embargo, sus destacadas actuaciones resultaron insuficientes para ofrecer una presentación convincente.

Mientras Costa Rica ocupó el último lugar en el torneo, selecciones como México y Panamá lograron avanzar en sus respectivos grupos y han generado comentarios positivos por su rendimiento. Estos equipos han demostrado un nivel competitivo que contrasta con la actuación de la selección costarricense.