El empate 1-1 entre Liga Deportiva Alajuelense y CD Olimpia, por la ida de las semifinales de la Copa Centroamericana 2025, dejó un verdadero partidazo en el Estadio Alejandro Morera Soto.
Sin embargo, lo deportivo quedó eclipsado por un hecho condenable: cuando la delegación hondureña se dirigía al hotel de concentración, su autobús fue atacado.
A tres cuadras del estadio, el micro recibió lanzamientos de piedras y palos, terminó con cristales rotos y sembró la indignación en Honduras. Afortunadamente, no hubo heridos que lamentar.
Un precedente que pesa en Concacaf
La Liga ya cargaba con un antecedente contra el mismo rival: durante la final de la Liga Concacaf 2022, el club fue advertido por la Confederación luego de varios incidentes de seguridad.
En aquel momento se informó que ambos clubes (Alajuelense y Olimpia) “podrían enfrentarse a sanciones más severas en caso de futuros disturbios“. Ahora, con el nuevo episodio registrada en plena semifinal centroamericana, el club rojinegro está bajo el escrutinio del comité disciplinario de Concacaf.
Las posibles sanciones para Alajuelense
Según el reglamento oficial de la Copa Centroamericana 2025, el Comité tiene la potestad de aplicar multas económicas, advertencias formales, deducción de puntos, suspensión de partidos o incluso la descalificación del torneo.
Además, si el hecho se considera grave, el caso puede elevarse al Consejo de Concacaf, que tiene la autoridad de imponer sanciones adicionales. En otras oportunidades, la Confederación ha castigado a clubes con la obligación de jugar sin público, una medida que el propio Olimpia ha sufrido en el pasado por disturbios de sus aficionados.
Ahora, Alajuelense se mantiene a la espera del fallo disciplinario mientras prepara la revancha ante los catrachos. Así, por culpa de un puñado de irresponsables, el club podría afrontar sanciones que compliquen su camino hacia el soñado tricampeonato centroamericano.
