A pesar del complejo panorama que atraviesa Deportivo Saprissa en su lucha por meterse en la fase final del Torneo Clausura 2025, es innegable que Paulo Wanchope ha intentado darle un nuevo aire al equipo tras la salida de José Giacone.
Aunque aún no ha tenido la oportunidad de reforzar el plantel en un mercado de fichajes, el entrenador morado ha apostado por múltiples rotaciones, buscando su once ideal y rescatando nombres que estaban olvidados, como Yoserth Hernández. Sin embargo, no todos han corrido con la misma suerte.

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Los apartados de Paulo Wanchope
Algunos jugadores siguen sin lugar ni minutos, como Fabricio Alemán y Orlando Sinclair, que ni siquiera aparecen en las convocatorias. En una situación similar, aunque algo más presente, se encuentra Jefry Valverde.
El lateral de 29 años ha tenido escasa participación desde que Wanchope tomó el mando: apenas 99 minutos distribuidos en cinco partidos, todos como suplente. En otros tres encuentros, fue convocado pero no ingresó. Su continuidad en el club más allá de diciembre de 2025, cuando vence su contrato, está rodeada de dudas.

Jefry Valverde tiene pocos minutos en Saprissa (Deportivo Saprissa).
Jefry Valverde elige un destino inesperado en medio del huracán
Mientras el caos rodea a Saprissa, Valverde eligió desconectarse. Lejos del estrés que se vive en Tibás, el defensor compartió un video en redes sociales desde un destino turístico poco frecuentado: playa Biesanz, en Manuel Antonio, Puntarenas.

(Instagram).
El paisaje paradisíaco, con aguas cristalinas y arena blanca, sirvió de refugio temporal para el futbolista, que aprovechó un fin de semana atípico para el equipo: el duelo frente a AD Guanacasteca fue suspendido por la descalificación de los nicoyanos, lo que les otorgó tres puntos automáticos.

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Este fin de semana, Valverde verá desde la tranquilidad de la costa lo que suceda con sus rivales directos. Y luego, se alistará para el decisivo encuentro ante Pérez Zeledón del miércoles 7 de mayo a las 3:00 p.m., donde el Monstruo está obligado a ganar y, además, dependerá de un tropiezo de Cartaginés para soñar con un milagro de clasificación.