El fútbol puede ser tan vertiginoso como cruel. Así lo vivió Newton Williams, el delantero panameño que apenas alcanzó a jugar 10 minutos con el Deportivo Saprissa antes de que la mala fortuna se cruzara en su camino.
Tras su debut, el atacante sufrió una grave lesión en la rodilla derecha: rotura de ligamento cruzado anterior y meniscos, un diagnóstico que lo alejará de las canchas entre ocho y nueve meses.
Su llegada al club morado, que generó expectativas tanto en Costa Rica como en su natal Panamá, ha quedado abruptamente en pausa. Apenas había firmado su contrato hace unas semanas cuando la lesión trastocó todo plan deportivo. El golpe es duro, tanto física como emocionalmente, especialmente para un jugador joven con ilusiones renovadas en un club histórico del área.
Su acercamiento a Panamá
A pesar del difícil momento, Newton Williams demostró entereza y conexión con sus raíces. Este fin de semana, se acercó hasta Alajuela para acompañar y motivar a la Selección Masculina Sub-15 de Panamá, que disputa en Costa Rica el Campeonato de Niños Sub-15 de Concacaf.

Newton Williams junto a la Sub 15 de Panamá.
El torneo, que reúne a futuras promesas del fútbol regional, fue el escenario perfecto para que Williams enviara un mensaje: aunque las lesiones detienen el cuerpo, no tienen por qué apagar el espíritu ni desconectar a un futbolista de su comunidad.

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Cerca de casa, cerca de su gente
La visita a la Sub-15 marca un gesto significativo en medio de un proceso de recuperación que será largo y exigente. Al elegir mantenerse cerca de la delegación panameña, Newton parece dar una señal clara: en este momento difícil, busca refugio en su identidad, en sus orígenes, y en la esperanza que representan las nuevas generaciones.