El Deportivo Saprissa vive horas bajas en este Apertura 2025. La eliminación de la Copa Centroamericana y la derrota en el clásico frente a Alajuelense encendieron las alarmas en Tibás, donde las críticas apuntan tanto a la dirigencia como al banquillo. En este ambiente enrarecido, Vladimir Quesada decidió dar un golpe de autoridad que ya genera debate en la afición.
¿Cuál es la decisión que tomó Vladimir Quesada?
El técnico morado resolvió separar del primer equipo a Akheem Wilson y Dax Palmer, dos jóvenes futbolistas que, a pesar de tener poca participación, cuentan con el respaldo y simpatía de la grada. Ambos fueron enviados a entrenar con la categoría U-21, decisión que deja en claro que no serán tomados en cuenta para lo que resta del campeonato, al menos en el corto plazo.
Wilson apenas había disputado dos partidos en el torneo, sumando poco más de 20 minutos en total, mientras que Palmer no había tenido ni una sola aparición en el Apertura. La falta de oportunidades para los juveniles ha sido una constante en la era de Quesada, quien es señalado por preferir la experiencia antes que arriesgar con sangre nueva.
La noticia cayó como balde de agua fría entre los seguidores saprissistas, que consideran que la limpieza de juveniles no es la respuesta adecuada a la crisis deportiva. Muchos recuerdan que, históricamente, el Saprissa se ha caracterizado por proyectar talento joven, y ven en estas decisiones una contradicción con la esencia del club.

Akheem Wilson y Dax Palmer jugarán en el equipo Sub21 de Saprissa. (Foto: Saprissa)
Para Quesada, sin embargo, se trata de un mensaje de disciplina y exigencia en un camerino golpeado anímicamente. El entrenador intenta mantener firmeza en un momento donde los resultados no acompañan y la presión crece con cada partido. Aun así, la duda persiste: ¿se fortalece el grupo con estas medidas o se genera un nuevo foco de tensión interna?

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El futuro inmediato dirá si la apuesta de Vladimir Quesada logra enderezar el rumbo del Saprissa. Por ahora, la realidad es que la afición no oculta su molestia y reclama que las decisiones del cuerpo técnico parecen alejar aún más al equipo de la identidad que lo llevó a ser referente en el fútbol costarricense.