El coronavirus COVID-19 ha provocado varias complicaciones para los ciudadanos del mundo, más allá de la cuestión sanitaria que es intrínseca a esta pandemia. La económica es la cuestión paralela más golpeada, el bolsillo en particular de cada ciudadano que se vio diezmado por el corte en la cadena comercial y financiera que se produjo.
A raíz de ello, varios gobiernos dictaminaron una serie de medidas para alivianar en algún grado ese peso. Nayib Bukele, presidente de El Salvador, fue uno de los que promulgó un conjunto de disposiciones que incluían la eximisión del pago de los servicios básicos y la licuación de hipotecas o créditos personales, entre otras.
La suspensión del pago del cable e internet también formaba parte de ese conjunto de determinaciones, algo que al parecer no se respetó a rajatabla por el lado de las empresas que proveen esos servicios, lo que desencadenó en un breve aunque tajante comunicado por parte del primer mandatario.
“Las empresas de cable deben dejar de poner cobros en las pantallas de los clientes y amenazar con desconexión. Tienen un acuerdo con el Gobierno que deben respetar“, intimó Bukele en su cuenta oficial de Twitter, en la que tiene usual actividad con diferentes publicaciones y retuits, siempre del ámbito político.
Luego, tras recordarles el trato que mantienen con el estado, concluyó con tono amenazador: “Sería conveniente reconectar a todos los que les hayan suspendido el servicio, antes de que procedamos nosotros“.
