Ayer por la tarde, Motagua y Olimpia protagonizaron un clásico partido que hizo aburrir a la mayoría de espectadores que se presentaron al estadio. En un encuentro con más polémica que buen juego, se detacó que por primera vez en la historia, hubo un árbitro mujer.
La encargada de impartir justicia, que dicho sea de paso, estará presente en el Mundial femenino de Francia, tuvo un accionar correcto pese a una o dos acciones que fueron cuestionables.
Una de ellas fue la falta penal; en donde Benguché lanzó un disparo que se estrelló en la mano de un jugador azul. Los de blanco pidieron penal, y Pastrana se apoyó con su juez de línea: correcta decisión, hubo una mano abierta y despegada del cuerpo.
De ahí en adelante, hubo una entrada fuertísima de Elme Guity que mereció tarjeta roja. La encargada de impartir justicia solamente lo amonestó, permitiendole seguir en el campo de juego.
Después, se podrá cuestionar que en el primer tiempo solo agregó un minuto de reposición, cuando debieron jugarse cinco o seis; sin embargo, su desempeño en general fue muy bueno. Cuando tuvo que amonestar lo hizo, y cuando debió ser firme en un partido lleno de reclamos y trifulcas, también lo fue. Examen0aprobadopara Melissa Pastrana.