El jugador del seleccionado catracho cree que el entrenador se ganó un punto de confianza en Río y que eso ha repercutido de manera positiva en el equipo mayor, que buscará en el Hexagonal Final de Concacaf un boleto al Mundial de Rusia.

Hubo algunas dudas a lo largo de todo el ciclo de Jorge Luis Pinto al frente de Honduras, pero el camino se allanó en instancias decisivas, con un equipo que se hizo infranqueable en el Estadio Azteca para meterse en la pelea directa por un cupo mundialista nada menos que frente a México.

Johnny Leverón, defensor que con 26 años ya es todo un referente del seleccionado catracho, reveló qué fue lo que les dijo el colombiano antes de salir a disputar un partido tan trascendente: “Nos dijo que disfrutáramos del partido, pero con mucha responsabilidad. Que teníamos que estar muy concentrados porque nos jugábamos todo”.

Partido a partido hemos hecho que los aficionados se metan cada vez más y logramos hacerles sentir a los rivales nuestra localía

Radicado en México, donde juega con los Correcaminos de Tamaulipas, el Káiser percibió que tanto el público como la prensa azteca estaban muy confiados en que los tres puntos se quedarían en el Azteca, y ante las críticas de algunos futbolistas mexicanos, que expresaron que Honduras no había hecho más que defenderse, replicó: “Nosotros fuimos a hacer nuestro partido y a buscar el resultado que más nos favoreciera”.

Si bien Leverón no formó parte del equipo olímpico que consiguió el cuarto lugar en los Juegos de Río, cree que hubo un antes y un después de ese torneo, algo que se volverá muy valioso a la hora de afrontar el Hexagonal Final: “A muchos les cambió la mentalidad sobre el trabajo de Pinto. Eso nos compromete y nos motiva cada vez más”.

EL CLÁSICO TAMAULIPECO

Ni bien conseguida la clasificación en el Estadio Azteca, Leverón tuvo que cambiar el chip para afrontar otro partido trascendental en su carrera, ya que sus Correcaminos, de andar irregular en la Liga de Ascenso de México, debían enfrentar nada menos que a Tampico Madero, su clásico rival.

Y la suerte volvió a ponerse del lado del catracho, quien con una ejecución desde del punto de penal abrió el marcador para los suyos cuando se disputaban 10 minutos del segundo tiempo: “Cuando fue a patear pensé en todo. En el equipo, en mi familia, en la afición. En toda mi carrera. Sabía que anotar cambiaría el partido y nos acercaría a la victoria”.

Los dos triunfos consecutivos permitieron que Correcaminos saliera del fondo de las posiciones para ubicarse décimo.

El duelo terminó 2-0 en favor de Correcaminos, que con el envión anímico volvió a ganar éste sábado 1-0 en su visita a Lobos BUAP y empieza a enderezar el rumbo, al igual que lo logró Leverón con la selección hondureña.

“Era una cuestión de resultados, porque el rendimiento del equipo venía siendo muy bueno. La victoria en el clásico nos permitió trabajar con más tranquilidad, con mayor alegría para buscar los objetivos”.

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