Adriana Ruano, la atleta guatemalteca de espíritu indomable, creció rodeada del mundo del deporte. Su pasión la llevó a explorar disciplinas como el ballet y la gimnasia artística. Sin embargo, todo cambió cuando estaba a punto de cumplir su sueño de clasificar a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Una grave lesión en la columna la obligó a abandonar abruptamente el deporte que tanto amaba. Ante esta adversidad, Ruano encontró en el tiro con armas de caza una nueva vía para canalizar su energía y determinación.
Con esfuerzo y dedicación, se adentró en esta disciplina desconocida, superando todos los obstáculos que se presentaron en su camino. Años más tarde, su perseverancia la llevó a cumplir su sueño olímpico, clasificando a Tokio 2020, demostrando así que el espíritu humano es capaz de superar cualquier límite.
Adriana Ruano: de la lesión al oro para Guatemala
Es importante resaltar que Guatemala no había obtenido una medalla de oro en los Juegos Olímpicos desde hace 128 años. Adriana Ruano ha escrito su nombre con letras de oro en la historia del deporte guatemalteco.
Adriana Ruano ha escrito su nombre con letras de oro en la historia del deporte guatemalteco. Con una actuación impecable, la tiradora nacional se adjudicó la medalla de oro en la final del foso olímpico femenino, convirtiéndose en la primera mujer guatemalteca en alcanzar esta hazaña.
