La gestión de Yamil Bukele al frente de la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) arrancó con un mensaje claro: cambio inmediato y decisiones firmes. Tras años marcados por una profunda crisis deportiva y administrativa, el nuevo presidente comenzó a cumplir promesas y colocó la infraestructura como uno de los pilares para levantar el fútbol salvadoreño.

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Bukele confirmó que los primeros estadios en ser remodelados serán el Óscar Alberto Quiteño y el Juan Francisco Barraza, escenarios emblemáticos del balompié nacional. Ambos recintos serán intervenidos para contar con una capacidad cercana a los 20 mil espectadores, cumpliendo con los estándares necesarios para eventos de alto nivel.
El titular de la FESFUT explicó que, una vez finalizadas las obras, se evaluará la posibilidad de que estos estadios se conviertan en sedes oficiales de la Selección de El Salvador, ampliando así el abanico de opciones para los compromisos internacionales de La Selecta.
Las sedes de la Selección de El Salvador
Actualmente, el combinado nacional utiliza como casa principal el estadio Cuscatlán, inmueble que pertenece al INDES y que además es alquilado con frecuencia para eventos musicales, una situación que ha generado inconvenientes en la planificación y el calendario de la selección.
El estadio Jorge “Mágico” González ha funcionado como sede alterna, pero para Bukele esto no es suficiente. El dirigente considera fundamental contar con más escenarios disponibles, siempre y cuando estén certificados para albergar partidos internacionales y brinden condiciones óptimas a jugadores y aficionados.

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Con estas acciones, Yamil Bukele busca sentar las bases de un proyecto serio y sostenible, donde la modernización de los estadios sea el punto de partida para devolverle credibilidad, estabilidad y crecimiento al fútbol salvadoreño, en una nueva etapa que promete marcar un antes y un después en la historia de la FESFUT.





