Una de las grandes apariciones que tuvo la Liga Deportiva Alajuelense es la de Jeyland Mitchell. El defensor llegó a princpios de este año desde el Liberia y con 19 años se fue ganando un lugar en la consideración de Alexandre Guimaraes.
Fue tan bueno su trabajo que Gustavo Alfaro decidió convocarlo a la Selección de Costa Rica y estará presente en la Copa América. En su debut en un torneo de este calibre, el juvenil terminó anulando a Vinicius Jr, a quien tuvieron que reemplazar.
El capitán de la Tricolor, Francisco Calvo, ya había adelantado que el futbolista de la Liga está para jugar en la mejor liga del mundo: “Jeyland Mitchell me encanta, ayer lo hablaba en la cena, tiene todo para jugar en la Premier League, este tipo de escenarios le van a caer muy bien, tenemos que cuidarlo y tenemos un profesor que sabe cómo llevarlo”.
Hasta el entrenador argentino se rindió ante su potencial: “Es un diamante en bruto, puede llegar a jugar donde él quiera. Desde que lo vi, me encantó. Hay que ayudarlo a potencializarlo para que llegue a lo más alto”. Pensar que casi se dedica a otro deporte.
Jeyland Mitchell jugaba al basquet y al fútbol a la vez.
El sueño de Jeyland Mitchell que se alejaba del fútbol
Antes de convertirse en futbolista, la cabeza de Jeyland Mitchell no pasaba por ese deporte únicamente. Con su 1,87m, el nacido en Puerto Limón era un aficionado del básquet y jugaba junto a su familia. Su hermana fue quien le insistió para que siguiera esa tradición.
Su madre fue quien lo terminó convenciendo para que se centre en el fútbol y deje de lado ese sueño, muy dificil, de llegar a la NBA. Eso sí, ella quería verlo con el Saprissa, pero terminó aceptando el deseo de Jeyland y su corazón liguista.
“Estaba emocionado porque lo que quería en fútbol lo estaba logrando en el baloncesto, pero le dije, ‘yo no lo crié a usted para jugar baloncesto, usted tiene fundamentos para fútbol. En básquet puede ser bueno, pero no está para eso”, le aconsejó muy correctamente su madre.