La exclusión de Shirley Cruz de la convocatoria para el Mundial de Fútbol Femenino de Australia y Nueva Zelanda ha generado controversia y cuestionamientos. La máxima referente del fútbol femenino en Costa Rica no tuvo la oportunidad de luchar por un puesto en el equipo, y tras un mes de incertidumbre, la entrenadora Amelia Valverde salió a dar explicaciones.
Amelia Valverde, en una conferencia de prensa, respondió a varias preguntas relacionadas con la no inclusión de Shirley Cruz en la lista final de convocadas. La entrenadora afirmó que desde que se clasificó al Mundial, se han analizado diversos factores que influyen en el rendimiento del equipo. Se han tomado decisiones basadas en aspectos técnicos, tácticos, físicos y psicológicos. En este sentido, la decisión de no convocar a Cruz es meramente deportiva y 100% suya.
Las críticas respecto a jugadoras que quedaron fuera de la lista por su apoyo a Shirley Cruz no influyeron en las decisiones de convocatoria. Todas las jugadoras convocadas tuvieron la oportunidad de luchar por un lugar en el equipo. La selección se ha enfocado en evaluar el desempeño de las jugadoras en las fechas FIFA y tomar decisiones en función de sus méritos deportivos. Amelia Valverde asegura que las críticas y manifestaciones no fueron parte de los criterios para seleccionar a las jugadoras.
Amelia Valverde se mantiene firme en su decisión y destaca que se trata de un análisis deportivo exhaustivo. La exclusión de Shirley Cruz fue tomada con base en consideraciones técnicas y tácticas. La entrenadora reitera que no hubo represalias hacia ninguna jugadora que mostrara su apoyo a Cruz. Se llevó a cabo una conversación entre las jugadoras y el cuerpo técnico para aclarar el tema, y posteriormente se cerró.
En resumen, la ausencia de Shirley Cruz en la selección nacional de Costa Rica para el Mundial de Australia y Nueva Zelanda es una decisión exclusivamente deportiva tomada por la entrenadora Amelia Valverde. El análisis técnico y táctico fue determinante en la conformación del equipo, y se enfocó en buscar a las jugadoras que ofrecieran las características adecuadas para representar a Costa Rica en la competición. La decisión ha sido respetada, aunque generó controversia y cuestionamientos en el ámbito futbolístico costarricense.
Shirley Cruz, de 37 años, cerró el torneo anterior como titular y ha sido una jugadora destacada en clubes de Francia y en la Champions League. Aunque no pudo coronar su carrera con la participación en el Mundial, su legado en el fútbol costarricense es innegable. Sin embargo, la decisión de no convocarla para el torneo se basa únicamente en criterios deportivos.