Esta será una gran noche en Costa Rica, lo será porque habrá fútbol, porque se juega una final, porque habrá lleno a reventar en el estadio y porque los seguidores de los equipos involucrados son las aficiones más fieles del país centroamenricano.

Pero hay un ingrediente más en el Alajuelense vs Cartaginés del día de hoy, ninguno de los dos técnicos en los banquillos ha salido campeón como entrenador. Una condición poco habitual pero que pone de manifiesto aquello de que siempre hay una primera vez.

Los dos banquillos

Dirigiendo el bando rojinegro se encuentra el español Albert Rudé, un estudioso del fútbol, con varios atestados académicos importantes en el área, profesor universitario y asistente técnico hasta antes de llegar al banco manudo.

Una licenciatura y un doctorado en Ciencias del Deporte son parte de su hoja de vida así como su licencia de entrenador UEFA clase A, sin embargo, hasta ahora asume un equipo profesional y está a punto de lograr el objetivo, pero hasta entonces, nunca ha saboreado las mieles de un título.

Rudé ásumió como DT de Alajuelense en octubre de 2021, luego de un fatídico paso de Luis Marín en el banquillo que los dejo por fuera de la Concachampions en una vergonzosa derrota ante el Guastatoya de Guatemala. 

En la acera del frente, encontramos a Heiner Mora, un experimentado exjugador, exseleccionado nacional y técnico del fútbol costarricense. En sus espaldas carga parte del éxito Alajuelense de haber obtenido la copa 30 ante Herediano, cuando fungía como asistente técnico de Andrés Carevic, antiguo entrenador rojinegro.

También fue el estratega de San Carlos durante 2016 y 2017 y posteriormente lo hizo con Guadalupe del 2018 al 2020 con muy buen paso y dándole gran identidad al club josefino. A pesar de su trayectoria y experiencia, "el fantasma" tampoco conoce lo que es levantar un trofeo de campeón siendo entrenador, una oportunidad que se le abre en esta temporada.

Tanto Rudé como Geiner tiene encima el apoyo de una afición como pocas, de esas que están en las buenas y en las malas, pero una vez acabado el partido, la gloria será para solo uno de ellos y el otro deberá esperar un tiemo más para alcanzar su recordado primer título.