Por mucho, el español Agustín Lleida es uno de los personajes más mediáticos en el fútbol costarricense de los últimos años, llegó a Costa Rica en 2018 y desde entonces no ha pasado inadvertido.

El hasta hoy Gerente Deportivo de Liga Deportiva Alajuelense fue de todo menos ordinario y aunque siempre procuró un perfil bajo en su andar, lo cierto es que su trabajo siempre dio de quÉ hablar; a veces por prominente y a veces por doloroso.

Mucho en lo administrativo, poco en lo deportivo

Lleida dijo adiós a la institución rojinegra este jueves, donde oficialmente comunicó su salida del club, tras los rumores que se iniciaron hace pocos días, que hablaban sobre una oferta laboral hecha al gerente desde España.

En conferencia de prensa, el español confirmó finalmente los rumores y dijo adiós al trabajo de 4 años en la casa rojinegra para dar paso a su nueva etapa como Gerente Deportivo en el Real Oviedo de España.

A la afición y a la prensa en general, Agustín dedicó unas palabras para agradecer profundamente su paso por la institución, donde se dice un amante de la Liga y de Costa Rica.

“No fue fácil tomar esta decisión, porque aquí viví cuatro años maravillosos. Experimenté momentos increíbles con todos ustedes que hicieron que me enamorara completamente de estos colores” destacó el español.

Su puesto en lo alto de la estructura rojinegra no le impidió hacer un reconocimiento a todos los trabajadores de la institución a quienes agradeció por tanto esfuerzo y horas de trabajo.

"Quiero agradecer a todos los compañeros de trabajo, con los que compartí durante este tiempo. Cocineras, mantenimiento, seguridad, administrativos, comercial, prensa, médicos, utileros, preparadores físicos, entrenadores y tantos más (...) Aquí la gente trabaja sin pensar en horarios, en días festivos o en vacaciones”, expresó entre otras cosas, uno de los directores deportivos más visibles del fútbol en los últimos tiempos" apuntó en su carta de despedida.

Dentro del sentido texto, Agustín es claro en destacar que no le cabe ninguna duda de que los manudos debieron celebrar más de lo que obtuvieron, haciendo referencia a los cetros y celebraciones que se les escaparon en el último suspiro.

“Gracias a la afición por seguirnos a todas partes, por su apoyo, por llenar estadios, por llorar de felicidad y de tristeza con nosotros. ¿Qué si merecíamos celebrar más durante este tiempo? Estoy seguro que sí, pero hay cosas que en el fútbol no podemos controlar. A pesar de ello, me voy muy orgulloso porque di todo lo que tenía para que este proyecto saliera adelante, incluso poniéndolo por delante de mi familia y de mi salud” agregó.

En la llamada era Lleida, Alajuelense vivió uno de sus más grandes contrastes en todos los tiempos; por un lado, logró un proyecto deportivo sólido que incluye trabajo en ligas menores, infraestructura de primer nivel para entrenamientos, mejorías sustanciales en el estadio, ventas millonarias para la institución, hotel del club y los fichajes más sonados durante los últimos años, dejando una planilla de lujo al servicio de la afición.

Sin embargo y a pesar de todos estos aspectos, en lo deportivo se centró su gran lunar, perdiendo finales contra Herediano, Saprissa y hasta Cartaginés; con un registro total de 1 campeonato nacional y uno de Liga Concacaf para el primer equipo masculino, en sus 4 años al mando. Una cosecha muy pobre para tan grande inversión.

¿Quién ocupará su lugar? Ya se barajan algunos nombres, pero será el tiempo el que le ponga la respuesta a esta pregunta.