Los aficionados del Deportivo Saprissa vienen reclamando desde hace tiempo por ver más minutos de uno de los jóvenes que más ilusión genera en el Centro Deportivo “Beto” Fernández: Akheem Wilson.
El potente extremo de apenas 18 años, que llegó al Monstruo en 2019, tuvo su debut oficial el pasado 17 de agosto, cuando Paulo Wanchope le dio minutos en el partido ante Municipal Liberia.
Sin embargo, cuando parecía que comenzaría su despegue profesional, el despido de Wanchope y la llegada de Vladimir Quesada cambiaron el panorama: apenas jugó 14 minutos ante Sporting FC y desde entonces no volvió a ser tomado en cuenta, quedando fuera incluso del banquillo.
Akheem Wilson pudo haber sido manudo
Pocos conocen que Akheem estuvo muy cerca de iniciar su carrera en la acera de enfrente. Su padre, Robert Wilson, contó en entrevista con La Teja que el joven atacante pudo haberse unido a Liga Deportiva Alajuelense cuando apenas tenía 10 años, pero una decisión interna frustró la negociación.
“A los 7 años comenzó a entrenar con la U-10 del Limón FC y ahí empezó a participar en torneos de ligas menores de Unafut. Pasó el tiempo y lo íbamos a llevar a Alajuelense, pero por un tema con Javier Delgado (el entonces director deportivo manudo), él no llegó a la Liga y lo llevamos a una academia del Barcelona, donde estuvo un año y medio”, explicó don Robert.
Fue durante su paso por la Academia del Barcelona en San José cuando el talento del joven atacante llamó la atención de los visores morados. “Un hermano de Enrique Rivers lo vio jugar y me dijo que iba a terminar en Saprissa. En ese momento me reí, pero al tiempo unos visores del club lo observaron y contactaron a mi esposa, Tracey, en 2019. Le pregunté si quería ir a Saprissa, fuimos, le gustó y me dijo que quería quedarse”, recordó el padre.
Desde entonces, Akheem fue creciendo paso a paso en el semillero tibaseño: “Cuando tenía 16 años lo llevaron al alto rendimiento, jugó seis meses, marcó cinco goles y luego terminó como segundo o tercer mejor anotador en la Sub-21”.
Entre la fe y la frustración
A pesar de que el juvenil no es tomado en cuenta por Quesada, la familia Wilson mantiene la calma y la fe en que su momento llegará. “Sabemos que esto es un tema de paciencia, ponemos las cosas en manos del Señor para que Él guíe su camino y lo ilumine. Akheem quiere consolidarse en Saprissa y convertirse en legionario”, afirmó Don Robert.
De todos modos, reconoce que la situación afecta al joven atacante: “Es complicado, porque él es joven, tiene apenas 18 años, es un adolescente y a veces cae en frustración. Nosotros le hablamos mucho y le decimos que los tiempos de Dios son perfectos, que si llegó hasta aquí es por algo y que debe seguir luchando”, expresó.
Por último, Robert Wilson dejó claro que no hay resentimientos hacia la institución. “Va bien, tiene contrato y el club cumple con todo. Le pagan su salario, lo apoyan con la universidad —estudia ingeniería en sistemas— y no hay quejas. Lo único es que, como todo jugador, sueña con minutos en primera, pero eso no depende de él ni de nosotros. Solo queda esperar que don Vladimir diga que llegó el turno”, concluyó.
