La Selección de Panamá dejó escapar dos puntos importantes en el Estadio Rommel Fernández, donde apenas logró un empate frente a Guatemala en la segunda jornada de la fase final de las eliminatorias mundialistas de la Concacaf. El 1-1 en condición de local cayó como un balde de agua fría para la afición canalera y encendió las críticas hacia el rendimiento del equipo.

Tras el pitazo final, uno de los encargados de dar la cara fue Adalberto Carrasquilla. El mediocampista de 26 años, figura en el Pumas de México, reconoció que el resultado no estaba en los planes del grupo y que la responsabilidad es totalmente de los jugadores.

¿Qué declaró Adalberto Carrasquilla tras el empate ante Guatemala?

“No queríamos este resultado, ni el anterior, pero nos damos cuenta que los equipos vienen a cerrarse, con un poco de fortuna, lamentablemente el balón por ahí no quiere entrar. Estamos conscientes y nos hacemos cargo de las consecuencias, nos vamos a hacer responsables hasta el final”, expresó.

Además, asumió un rol autocrítico y Carrasquilla volvió a exponer el gran problema de Panamá: “Por ahí la sensación de eliminatoria ha sido totalmente diferente, los equipos se han cerrado muy bien, nos presionan por momentos y nos han hecho los partidos incómodos.

Adalberto Carrasquilla quedó molesto con el empate. (Foto: Martin BERNETTI/AFP)

Luego, agregó: “Tenemos un objetivo, nadie dijo que iba a ser fácil. Hay un grupo comprometido y se está haciendo cargo de esto. Sé que deben estar pensando que las cosas se complicaron, pero está en nuestras manos”.

Más allá de las dificultades, “Cocó” insistió en que Panamá ha tenido oportunidades claras, pero no las ha sabido aprovechar: Hemos tenido ocasiones en donde no las hemos finalizado de la mejor manera, pero como dije, hay un grupo que está siendo responsable de este resultado y que lo va a afrontar hasta el final”.

El empate frente a Guatemala deja a Panamá con la obligación de reaccionar en la próxima jornada para no complicar su camino hacia la Copa del Mundo. El discurso de Carrasquilla refleja la frustración del vestuario, pero también la convicción de que el objetivo sigue siendo posible.