La Selección de Panamá atraviesa un momento crítico en su camino hacia la Copa del Mundo 2026. Lo que parecía un proceso sólido bajo el mando de Thomas Christiansen, hoy se ha transformado en una carrera contrarreloj por mantenerse con vida en la Eliminatoria Mundialista de Concacaf, tras una serie de resultados adversos en las primeras cuatro jornadas que la han dejado en una posición comprometida.

El combinado canalero, que hace apenas unos meses era considerado un firme candidato al Mundial, ahora depende de sí mismo pero con escaso margen de error. En la Fecha FIFA de noviembre, Panamá enfrentará dos partidos decisivos: primero visitará a Guatemala y luego recibirá a El Salvador en el estadio Rommel Fernández, donde se definirá su futuro.

Chepebomba ve favorita a Guatemala

El ambiente en el país centroamericano está cargado de tensión y autocrítica, especialmente entre la prensa deportiva. El polémico periodista José Miguel Domínguez, conocido como Chepebomba, no dudó en lanzar duras declaraciones que encendieron el debate futbolero. “Señores, hay que aceptar las cosas como son, Guatemala hoy es ultra super favorita ante la Selección de Panamá. No me vendan que en este momento, en este contexto, Panamá es favorita”, expresó en su programa.

Chepebomba incluso destacó los avances del equipo chapín en las eliminatorias, recordando que “juegan ustedes en El Trébol, en casa, sumaron un punto en Panamá, un punto en Surinam y tres en El Salvador. En tres visitas consecutivas sumaron unidades, no se quedaron en cero y ahora cierran con dos partidos en casa ante Surinam y Panamá”. Para el comunicador, la presión ahora recae sobre los guatemaltecos, quienes están muy cerca de cumplir el sueño mundialista.

Aun así, la realidad para los panameños es preocupante. La selección está obligada a ganar sus dos próximos encuentros para mantener viva la esperanza de clasificar de forma directa al Mundial. Un tropiezo más podría relegarlos a la lucha por el repechaje, o incluso dejarlos fuera del camino, algo que sería considerado un fracaso deportivo tras los avances mostrados en los últimos años.

El mes de noviembre se presenta, por tanto, como una prueba de fuego para Panamá, que deberá demostrar carácter, jerarquía y convicción si quiere mantenerse entre los grandes de la región. Las palabras de Chepebomba resuenan como una advertencia y un desafío: el margen de error se acabó y el sueño del Mundial 2026 está en juego.