El PSG está armando un equipazo para esta próxima temporada, con la renovación de Neymar , Keylor Navas y al menos un año más con la continuidad de Kylian Mbappé , está claro que el proyecto de los parisinos es a largo plazo y que no solo quieren dominar en el ámbito local, también el objetivo es Europa. Y para ello, han decidido -a falta de la firma- querer contar con uno de los mejores arqueros de la actualidad: el italiano Gianluigi Donnarumma.

Su talento ya lo venía demostrando desde hace rato con el Milan en la Serie A, pero ahora se ha consagrado con la Selección de Italia siendo campeón de la Eurocopa ante Inglaterra en la final. Pero no todo se resume allí,Gianluigi Donnarumma lo hizo de manera invicta, sin perder un solo partido y además, siendo figura en la tanda de los penales.

La muralla italiana: Gianluigi Donnarumma

Seguridad en el juego aéreo, es bueno con los pies y bajo los tres palos ha demostrado tener grandes habilidades. Todo esto puso en práctica el guardameta italiano en la Eurocopa, actuaciones que lo llevarán a convertirse en nuevo jugador del PSG. Situación algo incómoda para Keylor Navas, ya que en los dos años con el equipo parisino, al menos parecía tener el puesto asegurado.

Pero con este claro mensaje las cosas podrían cambiar. A pesar de tener tan solo 22 años de edad,Gianluigi Donnarumma llegará con mucha personalidad y una Eurocopa bajo el brazo. Si bien Keylor Navas consiguió tres Champions consecutivas y ha ganado todo en el ámbito local con PSG, es algo que hay que revalidar todos los días. Y con este presente del italiano el panorama no es sencillo.

Donnaruma atajando el penal decisivo / Foto: Selección Italia

Una competencia bastante buena tendrá el PSG en la portería y un trabajo complicado para Mauricio Pochettino desde la dirección técnica teniendo a dos grandes arqueros para elegir:Keylor Navas yGianluigi Donnarumma. Cuando inicie la temporada para los parisinos, con el correr de los días y las semanas, veremos quién se adueña de la titularidad. Hoy, es Keylor Navas, pero el italiano no se queda atrás.