La pasión de Gerardo Abreu por el fútbol lo acompañó desde que era niño. A los 7 años ya pasaba casi todo el tiempo con una pelota pegada a los pies, y a los 18 cumplió su sueño de debutar como profesional con el Deportivo Petapa de la segunda categoría de Guatemala.
Tres años más tarde, el defensor llegó a firmar contrato con el equipo de sus amores: Comunicaciones FC. Pero la felicidad duró poco. Tan solo tres meses después, un accidente en moto cambiaría su vida para siempre.
El accidente que lo cambió todo
El 21 de septiembre de 2017, Abreu volvía de un entrenamiento en su moto cuando un vehículo lo arrolló. El impacto fue brutal. “A la hora del choque me deslicé unos 10 metros. Sentí quemaduras en todo el cuerpo, pero no sentí lo del pie, que era lo más grave”, recordó en una charla con ESPN.
El panorama era devastador: su pie izquierdo estaba destrozado, abierto en 19 centímetros, con piel, cartílago y ligamentos prácticamente perdidos. “No sentía el pie, veo para abajo y me agarro la cabeza con las manos, no podía creer lo que veía. Lo primero que pensé fue en el fútbol, esa imagen la tengo grabada”, confesó.
Los médicos que lo atendieron en la emergencia coincidían en que la única salida era amputar el pie. Sin embargo, un doctor al que Gerardo describió como “un ángel” se atrevió a intentarlo y apostó por salvarlo. Desde entonces, comenzó un proceso largo, doloroso y lleno de operaciones.
Abreu pasó un mes hospitalizado, luego semanas en silla de ruedas, muletas y, más adelante, con una bota ortopédica. Hasta hoy suma 17 intervenciones quirúrgicas, ocho de ellas en los primeros días para limpiar la zona afectada y las demás para reconstruir hueso y ligamentos.
“No me voy de este mundo sin intentarlo hasta el final”
Los diagnósticos siempre fueron pesimistas, pero él se negó a rendirse. “Me dijeron que me iban a amputar el pie, después que no iba a caminar, después que no podría hacer ejercicio… y mírame, acá estoy”, dijo con orgullo. Hoy, a sus 29 años, Gerardo mantiene intacto su sueño de jugar al fútbol.
En sus redes sociales, Abreu comparte videos de sus sesiones de kinesiología y de su proceso de recuperación, acompañado de frases que resumen su espíritu: “No me voy de este mundo sin intentarlo hasta el final, esto no acaba hasta que yo gane”, “Soy ejemplo de caídas, levantadas, luchas y resiliencia” o “No te rindas. Eres más fuerte que tu lesión”.
Lejos de rendirse, el futbolista utiliza su experiencia para inspirar a otros que atraviesan momentos difíciles. Aunque sabe que la posibilidad de volver al fútbol profesional es remota, su convicción lo mantiene luchando.
“La gente me dice que soy una persona con mucha resiliencia porque nunca he tenido un momento en el que diga que ya no puedo o que me rindo. He tenido tristezas, pero al instante cambio el pensamiento a positivo”, afirmó el futbolista guatemalteco.