Este miércoles, la Selección de El Salvador regresó al país luego de la derrota 3-0 contra Panamá en el Estadio Rommel Fernández que cerró su participación en las Eliminatorias Concacaf, dejándola en el último lugar del Grupo A y bastante lejos del Mundial 2026.

Una de las figuras más buscadas fue Hernán “Bolillo” Gómez, quien en las últimas horas protagonizó una pelea con aficionados salvadoreños y le llovieron críticas por su accionar durante la clasificación de los panameños: se lo vio sonriente, relajado y afectuoso con los jugadores rivales, mientras los suyos sufrían por tamaño revés. Además, en la rueda de prensa no habló de la Selecta.

Por todo esto, la prensa local empezó a pedir la cabeza del técnico de 69 años, quien dijo no saber si seguirá al frente del combinado patrio de cara al 2030. De hecho, Yamil Bukele, candidato a la presidencia de la FESFUT, le hizo saber que no está dispuesto a firmar contratos largos.

Bolillo Gómez pone en duda su continuidad en El Salvador

“No sé. No sé ese tema, no lo sé. Con el presidente no he hablado de ese tema por ahora”, contestó cuando le preguntaron si desde la Federación que encabeza Rolando González (al menos hasta el 12 de diciembre) se sentaron a negociar con él o le comunicaron alguna decisión. Tiempo atrás, estaba seguro de su continuidad.

Eso sí, le metió presión a los directivos: Esto es un proceso. No se hace en un año. Si seguimos, hay que empezar ya, porque nos falta muchísimo trabajo (…). En todas partes piden mi salida al principio. Después el tiempo muestra el trabajo. Si me hubieran echado antes, Ecuador no va a Mundial, Panamá no va a Mundial. Esto lleva tiempo”.

En defensa de su proceso, que consta de 7 derrotas, 3 empates y 2 triunfos, Gómez afirmó: “Estamos todos en esto. Yo fui el último en llegar. Todos nos equivocamos, todos tratamos de ayudar. Si El Salvador fuera una potencia, sería un fracaso absoluto. Pero venimos sin competitividad, sin ritmo, sin estructura. Nos costó mucho entrar a este cuadrangular”.

“Hasta ahora no me han echado, pero sí están pidiendo mi salida, no es claro. Yo quiero seguir, pero no sé qué va a pasar”, manifestó el estratega, cuyo futuro estará en manos de Bukele, quien apunta a mantenerlo en el cargo. Pero por ahora, todo está en el aire.