El guardameta de la Selección de El Salvador, Mario González, envió un mensaje de gratitud y compromiso a los aficionados tras disputar los tres partidos de local en las Eliminatorias Mundialistas de la Concacaf, donde la “Selecta” cayó ante Surinam (1-2), Panamá (0-1) y Guatemala (0-1) en el estadio Cuscatlán. A través de sus redes sociales, el portero quiso reconocer el respaldo de la afición pese a los resultados adversos.

“Después del último partido siendo locales, quiero agradecer a todos los aficionados por su apoyo. Es una sensación muy linda ver el estadio lleno y cantar el himno de esa forma tan especial”, escribió González en su cuenta de Instagram, destacando la emoción de sentir el aliento del público salvadoreño en cada encuentro.

El arquero también aprovechó su mensaje para disculparse con los seguidores por no haber logrado los resultados esperados: “A la vez, pedirles una disculpa por no poder lograr los resultados que todos queríamos en nuestra casa, que es ganar. Duele, sí, porque como aficionados sé que quieren ver buenos resultados, pero debo reconocer el esfuerzo de mis compañeros, cuerpo técnico y todos los que están cerca de nosotros”.

Mario González no pierde la fe

Pese a las derrotas en condición de local, Mario González mostró optimismo de cara a los dos compromisos restantes fuera de casa, asegurando que el grupo mantiene la fe y la determinación: “Quedan dos partidos de visitantes y que no les quede duda que dejaremos todo, como hasta el día de hoy lo hemos hecho. Hay mucho por mejorar, hay que prepararse mejor, con esfuerzo, disciplina y trabajo”.

El guardameta también destacó el carácter de la selección y la unión del vestuario, afirmando que no bajarán los brazos: “Como salvadoreños que somos, caemos, nos levantamos y lo intentamos nuevamente. Es una familia muy unida y voy a muerte con este equipo. Bendiciones para todos”.

Con estas palabras, González no solo agradeció el apoyo incondicional de la afición, sino que también envió un mensaje de esperanza y compromiso, reflejando el espíritu de lucha de una selección que buscará cerrar con dignidad su participación en la eliminatoria y recuperar la confianza de su gente.