Las selecciones de Panamá y El Salvador se cruzarán por segunda vez en la historia de la Copa Oro en esta edición 2023. El sorteo las emparejó en el Grupo C junto a Costa Rica y un rival caribeño que saldrá de la ronda preliminar 8.
Teniendo en cuenta los sucedido en los cuartos de final de 2011, el duelo será especial sobre todo para la Selecta, ya que tras igualar 1-1 en el tiempo reglamentario, los Canaleros avanzaron de ronda por penales (5-3).
La revancha será el próximo 4 de julio, a las 5:30 p.m., en la última jornada de la fase de grupos. Pero el detalle es que la albergará el Shell Energy Stadium de Houston, Texas. Y allí, según Thomas Christiansen, técnico de Panamá, radica la ventaja de El Salvador.
“El hecho de que vayamos a Houston a jugar está pensado logísticamente y económicamente por parte de la Concacaf, que es donde más personas de El Salvador están viviendo. Y no solamente iremos al estadio más grande de Houston, porque la última vez estuvimos en un estadio de esa ciudad con 20 mil espectadores. Este tiene para 60 mil y lo pueden llenar”, le dijo a Tigo Sports.
El censo de Estados Unidos de 2020 arrojó que en Houston viven 2.3 millones de latinos. Y entre ellos destaca una importante comunidad de 500 mil salvadoreños, según los datos de la organización Crecen Community in Action.
“La Concacaf va a buscar sitios donde hay muchos de El Salvador. En otras ciudades están de Honduras, Guatemala, México. Yo no quería Canadá porque va a jugar en Toronto, su casa, y eso es una desventaja total para cualquier equipo que la enfrente. Ojala tuviésemos 100 mil panameños, o sino vamos a poner los vuelos baratos para que lleguen panameños”, externó Christiansen.