El ambiente en El Salvador es de auténtica fiesta con motivo del Clásico de Leyendas entre las glorias del Real Madrid y el FC Barcelona, un evento que ha captado la atención internacional. Desde hace varios días, figuras históricas como Iker Casillas, Pepe, Carles Puyol, Guti y Romario han arribado al país, despertando gran expectación entre los aficionados cuscatlecos. Sin embargo, quien se robó el protagonismo durante la conferencia de prensa fue Yaya Touré, por una frase tan sincera como inesperada.

El exjugador marfileño del FC Barcelona, Yaya Touré, sorprendió a todos al confesar: “No sabía que existía El Salvador”, declaración que rápidamente se volvió viral en redes sociales y medios internacionales. Su comentario, cargado de naturalidad, generó una ola de reacciones —desde risas hasta críticas— entre los aficionados locales y extranjeros que siguen de cerca el evento deportivo.

No obstante, el propio Touré quiso aclarar sus palabras minutos después, explicando que no se trataba de una falta de respeto, sino de una muestra de sinceridad. “Es un placer estar aquí. La gente es muy amable, y el estadio se ve increíble”, expresó el marfileño, quien se mostró agradecido por la hospitalidad del público salvadoreño. Su actitud relajada y cercana terminó ganándose los aplausos de los presentes.

Más allá de la anécdota, la presencia de estrellas de talla mundial como Yaya Touré, Romario, Saviola y Giuly refleja el impacto que El Salvador está teniendo en el ámbito deportivo y turístico. El país se ha convertido en sede de grandes eventos internacionales, consolidando su imagen como un destino atractivo para el fútbol de exhibición y el entretenimiento global.

El Clásico de Leyendas se disputará este sábado en el Estadio Nacional Jorge “El Mágico” González, que lucirá un lleno total para recibir a las figuras que marcaron una época en el fútbol europeo. Los aficionados salvadoreños esperan revivir la magia de los clásicos entre Barcelona y Real Madrid, pero ahora en territorio centroamericano.

Con su espontaneidad, Yaya Touré no solo dejó una frase para el recuerdo, sino que también ayudó, sin proponérselo, a darle aún más visibilidad internacional a El Salvador, un país que sigue demostrando su pasión por el fútbol y su capacidad para albergar eventos de primer nivel.