La Selección de El Salvador aterrizó la tarde del viernes en Ciudad de Panamá, todavía con el golpe emocional de la histórica derrota 4-0 ante Surinam, resultado que lo dejó matemáticamente fuera del Mundial 2026. El equipo salvadoreño afrontará este domingo su último compromiso eliminatorio con la obligación moral de cerrar un proceso marcado por la inestabilidad y la falta de respuestas futbolísticas.
La delegación salvadoreña arribó al país canalero alrededor de las 6:45 p.m., procedente de Paramaribo, donde apenas un día antes vivió una de sus peores noches recientes. En el Franklin Essed Stadion, el combinado nacional fue superado en todos los aspectos: ritmo, intensidad, ideas y ejecución, quedando expuestas las carencias que arrastra desde el inicio de la eliminatoria.
El vuelo despegó a las 4:50 p.m., según el reporte oficial de la Dirección de Comunicaciones, y la atmósfera en la delegación era de evidente frustración. El silencio y el semblante cabizbajo de los jugadores reflejaban el duro impacto del resultado ante un equipo de Surinam que impuso condiciones desde el primer minuto.
Calurosa bienvenida a El Salvador en Panamá
Sin embargo, lo más curioso del viaje ocurrió al llegar al aeropuerto de Panamá, donde la Selecta recibió una inesperada bienvenida. Con música, fotos y muestras de apoyo, aficionados panameños se acercaron a saludar a los jugadores salvadoreños, un gesto que sorprendió incluso a los propios miembros del plantel.
Esto, a pesar de que Panamá necesita una goleada ante El Salvador para intentar asegurar su clasificación directa sin depender del partido Guatemala vs Surinam, algo que para muchos ya comienza a verse como sospechoso.
Una vez en territorio panameño, el equipo dirigido por Hernán Darío “Bolillo” Gómez realizará esta noche una sesión regenerativa, antes de completar el sábado su último entrenamiento previo al duelo ante los canaleros del martes.
