David Dóniga y el caso de los hermanos Gil sigue dando de que hablar luego de ser marginados de la Selección de El Salvador, pero en esta ocasión el entrenador ha dado todos los detalles de su decisión, luego de hablar en el podcast del periodista Fernando Palomo.
Dóniga confesó la razón por la cual no convoca a Cristian, Mayer y Brayan, pero en esta ocasión confesó que además de las condiciones que ellos pusieron para llegar a La Selecta, hubo una falta de respeto en la Fecha FIFA de marzo, cuando se disputaron los fogueos ante Bonaire, Honduras y Argentina.
Las faltas de respeto de los hermanos Gil a David Dóniga
“Mi asistente y yo estábamos en la Villa esperando a que llegarán porque iban a viajar con nosotros. Tenían que resolver un tema de visados a Estados Unidos. Lo primero que hicieron nada más llegar fue evitarnos y en el momento que pudieron se escaparon sin saludarnos. No es la mejor manera de encontrarte con el entrenador que te ha llamado con ilusión y un entrenador que con su asistente te iba a invitar a comer“, comenzó con el relato
“Se les puso a un preparador físico a disposición toda la semana y se rehusaron trabajar con él porque no les apetecía. No les gustaba. Todo eran problemas. Les recibimos con cariño, les sentamos en nuestra habitación y les dijimos ‘aquí estamos, por fin vamos a trabajar juntos’. Nos confesaron que se habían ido. No puedes dudar mi palabra”, agregó.
Dóniga amplió que esto continuó antes del juego: “A pocas horas del partido en Houston ante Honduras, como el menor de los hermanos Gil no estaba en la alineación titular saboteó el entrenamiento. Desapareció, apareció, se fue de un lugar a otro, no calentó, estuvo merodeando cerca de los compañeros para parecer que él estaba, pero a la vez que se viera que no“.
“A mí que un jugador (Mayer Gil en este caso) que llamó con ilusión, que es primera vez que contactó con él y que lo trató con un respeto absoluto me falte respeto a mí y a sus compañeros me parece una gravedad tan grande. Bastante poco pasó para que yo por la tarde para no montar un quilombo y no generar un problema mayor se lo comuniqué a los capitanes y decidimos que todo fuera normal”, añadió.
“Al final, jugaron los dos. Uno fue titular (Brayan) y el otro fue suplente (Mayer). Jugó minutos, se despidió. Mayer me pidió disculpas y se despidió con ese respeto. Eso no quiere decir que no sea una falta grave. No se puede dejar pasar. El grupo está por encima de todo. Nadie tiene el derecho a hacer ver a los demás que es alguien superior. Se pasó de la raya y a veces es eliminatorio“, finalizó.