La noche en que Costa Rica goleó 4-1 a Nicaragua por las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026 no solo dejó análisis futbolísticos, sino también un episodio inusual que sacudió la previa del encuentro. Minutos antes del pitazo inicial en el Estadio Nacional, un operativo policial en el camerino visitante interrumpió la concentración del plantel nicaragüense y desató una polémica internacional.
El hecho ocurrió cerca de las 6:30 p. m., cuando agentes de la Fuerza Pública de Costa Rica ingresaron al vestuario de Nicaragua para ejecutar una diligencia judicial contra uno de sus jugadores. En ese momento, el equipo se preparaba para salir al campo y enfrentar a La Sele.
¿Cuál es el futbolista de Nicaragua que es casi detenido?
Horas después, se confirmó por parte de medios nicaragüenses como Nicaragua Investiga y 100 Noticias TV lo que hasta entonces era solo un rumor: el futbolista involucrado fue Byron Bonilla, una de las figuras más reconocidas del combinado nicaragüense. El extremo, con pasado en el fútbol costarricense y actual integrante del plantel nacional, fue notificado por una deuda de pensión alimenticia que mantenía pendiente.
Según confirmó el director de la Fuerza Pública, Marlon Cubillo, el procedimiento “se encuentra en trámite” y no llegó a concretarse la detención del jugador, ya que Bonilla logró resolver la situación en el mismo estadio.
¿De cuánto era la multa que tenía Byron Bonilla?
De acuerdo con la información difundida por Teletica Radio, la deuda ascendía a unos 100 dólares, monto que el jugador habría cancelado en el propio Estadio Nacional tras una breve negociación con las autoridades y con apoyo de representantes de la Federación Nicaragüense. De esa forma, se evitó su aprehensión y pudo disputar los 90 minutos del compromiso.
La Fuerza Pública confirmó posteriormente, en un comunicado oficial, que “una persona se presentó ante los oficiales con una orden de apremio en contra de un jugador de Nicaragua” y que, tras verificar la información, “el señalado logró cancelar en sitio lo adeudado; por lo que no fue necesaria su aprehensión”.
El episodio, aunque resuelto antes del inicio del partido, generó malestar en la delegación nicaragüense y provocó reclamos formales por parte de la FENIFUT, que calificó la situación como “inaceptable e injustificable”.