La final de la Copa Centroamericana 2025 dejó una estela de emociones intensas y un giro polémico que sigue dando de qué hablar. Uno de los momentos más comentados ocurrió tras la premiación individual, cuando Jorge Aparicio, capitán de Xelajú MC, recibió el premio Fair Play del torneo. Al tomar el galardón, el mediocampista realizó un claro gesto de “robo”, dirigido visiblemente hacia directivos de Concacaf, dejando en evidencia su inconformidad por el desarrollo del partido.

El gesto de Aparicio estuvo directamente relacionado con el polémico arbitraje del hondureño Nelson Salgado, quien señaló un penal decisivo a favor de la Liga Deportiva Alajuelense durante el tiempo regular. La jugada, que terminó influyendo en el resultado final, desató un amplio debate entre aficionados, analistas y jugadores. La escena del capitán quetzalteco, captada en plena ceremonia oficial, sorprendió a los ejecutivos presentes y se viralizó rápidamente en redes sociales, generando un intenso cruce de opiniones.

El enojo de Jorge Aparicio

Para la afición superchiva, la reacción de Aparicio fue un símbolo de resistencia y un reflejo de la frustración acumulada tras un rendimiento sobresaliente del equipo en el certamen. Xelajú MC había realizado una campaña histórica, llena de entrega, disciplina y sacrificio, pero la percepción de una injusticia arbitral pesó más que el reconocimiento al juego limpio. El acto espontáneo del capitán resonó profundamente entre la hinchada quetzalteca.

Mientras tanto, Alajuelense celebraba su tricampeonato en la Copa Centroamericana, consolidando una hegemonía regional difícil de igualar. Más allá de la polémica, el conjunto manudo supo imponer su jerarquía y demostrar una vez más su experiencia en finales, logrando administrar los momentos clave del partido.

En la vereda opuesta, el ambiente en Xelajú quedó marcado por una mezcla de orgullo por lo mostrado en la cancha y molestia por la forma en que se definió el duelo por el título. La actuación del equipo fue digna de reconocimiento, pero el desenlace dejó una sensación amarga que ni la ceremonia ni los premios individuales lograron mitigar.

El gesto de Jorge Aparicio quedará como una de las postales más recordadas de esta final, simbolizando una noche en la que la emoción, la polémica y el drama se entrelazaron en partes iguales. Un cierre tan intenso como controvertido, que seguirá siendo tema de conversación en el fútbol centroamericano.