El Congreso salvadoreño dio su aprobación y los fraudes deportivos serán sancionados con hasta seis años de cárcel.
En El Salvador, un país con vasto historial de amaños en el deportivo y sobre todo en el fútbol -tanto a nivel clubes como a nivel selección-, le ha dado un cambio a su historia.
74 votos, unánime, reformaron el Código Penal y el “fraude deportivo” fue incorporado como delito junto con sus nuevas sanciones.
La pena más grave va de cuatro a seis años de prisión en relación a aquel que “obligue, ofrezca, prometa, pague o retribuya” a favor de un resultado determinado “en representación del país como seleccionado nacional, en forma individual y colectiva”.