Este miércoles, una noticia sacudió al fútbol centroamericano. Más específicamente, al de Honduras: el Club Social y Deportivo Vida anunció oficialmente su desaparición del fútbol profesional después de 83 años.

Los ceibeños habían descendido en mayo a la Liga de Ascenso por primera vez, tras caer ante Lobos UPNFM (3-1 global) en el repechaje. Sin embargo, en las últimas horas sorprendieron al anunciar el cierre de sus operaciones a través de un comunicado.

“Ante la constante persecución y acorralamiento que se ha recibido en los últimos años, la junta directiva decide tomar la difícil decisión de retirarnos de toda competición oficial y concluir nuestra participación con la Federación de Fútbol de Honduras”, reza la misiva.

(Foto: CDS Vida)

(Foto: CDS Vida)

¿Por qué desapareció el CDS Vida?

La institución ceibeña, presidida por Luis Cruz, padecía severos problemas económicos. Además, había pedido un plazo de 72 horas para inscribirse en la Liga de Ascenso, aunque primero debía ser desbloqueada de la plataforma legal de la FIFA para clubes inhibidos —es decir, que no pueden inscribir jugadores—.

Según dio a conocer Diario Diez, lo más probable es que la institución siga compitiendo en la segunda división. Pero con otro nombre, lo cual marcará la desaparición de uno de los clubes fundadores de la Liga Nacional.

La directiva cocotera dará una conferencia de prensa mañana, miércoles 14 de agosto, para explicar por qué resignó el estatus de profesional del club.

Vida, un club con historia en Honduras

Fundado el 14 de octubre de 1940, Vida —cuyo nombre original fue SALVAVIDA— fue uno de los cinco equipos fundadores de la Liga Nacional. Con el correr de los años vivió sus épocas doradas: salió campeón de la máxima categoría en 1981 y 1983. Además, quedó subcampeón en tres ocasiones (1971, 1985 y 1985).

Otra cualidad que distinguió a los ceibeños fue que proveyeron de talento al fútbol catracho. De su cantera han surgido jugadores como Luis Palma, Rubilio Castillo, Romell Quioto, Brayan Beckeles, Jerry Bengtson o Arnold Peralta.