El fichaje de Tomás Rodríguez por el Deportivo Saprissa no solo generó expectativa por lo que puede aportar dentro de la cancha, sino que también tocó una fibra sensible en la afición morada. Lejos de hablar únicamente de goles, títulos o presión deportiva, el delantero panameño sorprendió al revelar la promesa personal que lo impulsó a vestirse de morado.
Desde el primer momento, Rodríguez dejó claro que su decisión tuvo un trasfondo mucho más profundo que lo futbolístico. Su llegada a Tibás está marcada por un objetivo de vida: cambiar la realidad de su familia y ofrecerles un futuro distinto al que le tocó vivir.
La promesa de Tomás Rodríguez con su familia
“Quiero tener la felicidad de sacar a mi familia del barrio donde vivo, que es un barrio complicado, pero hice la promesa de hacerlo por ellos y esa hambre de seguir haciendo historia”, confesó Tomás Rodríguez en declaraciones brindadas a TV Max de Panamá. Sus palabras rápidamente conmovieron a la afición saprissista, que encontró en el nuevo refuerzo una historia de esfuerzo y superación.
“Me animé más a ir a Saprissa por la estabilidad de mi familia, de estar bien, de estar cerca de ellos. Que mi madre y mi padre me puedan ir a ver jugar, esos son momentos inolvidables”, relató el delantero, dejando en evidencia que la decisión fue tomada con el corazón.
El atacante considera que ese equilibrio emocional será fundamental para rendir al máximo en la cancha y responder a la confianza que le brinda uno de los clubes más grandes de Centroamérica.
En Tibás, Tomás Rodríguez no solo busca consagrarse como futbolista, sino también cumplir una promesa que va más allá del fútbol y que hoy tiene a todo Saprissa conmovido.
