La antipatía que genera el nombre de Sergio Gila entre los aficionados de Deportivo Saprissa es un tema notable. Son pocos los directivos que, en un cargo que no sea el de presidente del club, han sufrido un rechazo tan generalizado durante el ejercicio de sus funciones.
Los errores que llevaron a la salida del español de su cargo como gerente deportivo son varios, y van más allá de la planificación deportiva (en la cual también mostró un desempeño deplorable).
Los dichos que condenaron al ex gerente deportivo morado
Como si los fichajes fallidos no fueran suficientes para ganarse el desprecio de la hinchada, Sergio Gila también realizó una serie de declaraciones desafortunadas que sólo empeoraron su imagen en Costa Rica.
Desde afirmar que se basaba en el análisis de la “Big Data” para fichar a los jugadores extranjeros hasta enorgullecerse de haber conformado la plantilla más cara de la historia de Saprissa, cada vez que Gila se paraba frente a los micrófonos, las cosas se complicaban más.
El castigo previo al despido de Sergio Gila
Por esta razón, antes de que la Junta Directiva tomara la decisión de rescindir su contrato, el ex gerente deportivo recibió un severo castigo por parte de la cúpula tibaseña.
Según La Nación, a Sergio Gila habría tenido una mordaza durante sus últimas semanas en Tibás. “Usted no vuelve a hablar con la prensa. Tiene prohibido hablar”, le habrían ordenado dentro del club.
Finalmente, Saprissa acordó con el español la rescisión de su contrato, el cual lo ligaba a la institución hasta 2027. Esto implica que se le pagará el salario correspondiente hasta esa fecha, respetando el acuerdo original.
Mientras tanto, se designó a Erick Lonnis y Víctor Umaña para dirigir la Comisión Deportiva y hacerse cargo de los movimientos de la plantilla. El club también informó que la gerencia deportiva permanecerá vacante hasta que se encuentre al profesional adecuado para asumir tan importante cargo.