A lo largo de su laureada carrera, Landon Donovan recorrió algunos de los estadios más emblemáticos del mundo. Como jugador del Everton, vivió la intensidad de Anfield, hogar del Liverpool; en su breve paso por Bayern Múnich, fue local en el icónico Allianz Arena; con la Selección de Estados Unidos visitó el Estadio Azteca de México en varias ocasiones y también pisó el legendario Maracaná durante la Copa Confederaciones. Incluso, en 2011 disputó un amistoso en el Santiago Bernabéu defendiendo los colores del LA Galaxy.

Sin embargo, el ambiente de ninguno de estos recintos se compara con lo que experimentó en el Estadio Ricardo Saprissa, al que eligió como el más difícil en el que le ha tocado jugar.

La Cueva, “el lugar más difícil para jugar fútbol”

En una entrevista para Sports Illustrated, Landon Donovan sorprendió al aseverar que “el Saprissa se siente como el lugar más difícil para jugar fútbol“. “En El Salvador los aficionados están lejos, incluso en el Azteca están todavía más lejos. En el Saprissa uno siente a los aficionados, uno los escucha justo detrás de uno”, explicó.

Landon Donovan se rinde ante La Cueva (Getty Images).

“Los aficionados brincan cuando te estás cambiando en el vestidor, por lo que todo tiembla, parece un terremoto durante media hora. Cuando estás ahí, estás asustado. No hay nada en el deporte que emule eso. Solo piensas en salir vivo de ahí”, añadió el histórico goleador estadounidense, rendido ante el poder de La Cueva, que en ocasiones especiales se convierte en una verdadera caldera morada (o bien tricolor).

El intimidante Ricardo Saprissa (Getty Images).

El mundialista en Corea-Japón 2002, Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, quien colgó los botines en 2019, ha visitado San Juan de Tibás tanto con la Selección de Estados Unidos como con el LA Galaxy.

En 2006, durante la Copa de Campeones de la Concacaf, el Monstruo morado eliminó al gigante de la MLS con un 3-2 en tiempo extra, dejando una impresión imborrable en Landon Donovan.