Este domingo, el periodista deportivo Kevin Jiménez anunció que Patrick Sequeira, portero de Costa Rica de 25 años, está cerca de dejar el Unión Deportivo Ibiza de España para unirse a las filas del Casa Pía de la Primera División de Portugal.

Este equipo portugués, que espera cerrar al arquero tico en los próximos días, cuenta con un pasado profundamente marcado por la tragedia, la resiliencia y un vínculo muy especial con el fútbol.

Un club forjado en la tragedia

El Casa Pía nunca hubiera existido si no fuera por el Gran Terremoto de Lisboa de 1755, un evento catastrófico que devastó a la capital portuguesa. Aquel primero de noviembre, Lisboa fue sacudida por un terremoto de magnitud 8.7 seguido de un tsunami de veinte metros de altura y un incendio que arrasó con todo a su paso.

Se estima que entre sesenta mil y cien mil personas perdieron la vida, dejando a la ciudad sumida en el caos y la destrucción. En este contexto devastador, la Reina María I decidió crear la Casa Pía, una institución dedicada a acoger a niños huérfanos o en riesgo de exclusión social, proporcionándoles un hogar y educación.

El emblemático orfanato Casa Pía (Salvador Da Bahía).

A fines del siglo XIX, cuando los ingleses comenzaron a difundir el fútbol en todo el mundo, los residentes y trabajadores de Casa Pía acogieron este nuevo deporte con entusiasmo.

Fueron tan apasionados que lograron una hazaña histórica al ser los primeros portugueses en derrotar a un equipo inglés, formado por los trabajadores de la estación de telégrafo de Carcavelos. Este triunfo impulsó a los casapinos a fundar su propio club en 1920.

El auge, caída y renacimiento del Casa Pía

En sus inicios, el Casa Pía AC dominó el fútbol local, ganando todos sus partidos en su primer año. Sin embargo, se dice que las altas esferas de la política portuguesa intervinieron para frenar su ascenso, ya que las categorías inferiores del poderoso Benfica dependían en gran medida de los talentos surgidos del orfanato.

El nuevo estadio del Casa Pía (StadiumDB.com).

El equipo dejó de ganar títulos, pero se mantuvo competitivo hasta que el régimen dictatorial de António Salazar expropió su estadio, obligándolos a jugar lejos de su histórico barrio de Belén. Con el tiempo, Casa Pía se hundió en el olvido y llegó a conocer las profundidades del ascenso luso.

Después de décadas de lucha, en 2019 el Casa Pía logró ascender a la Segunda División, y en 2021, a ochenta y tres años de su primer descenso, volvió a la máxima categoría del fútbol portugués, donde sorprendió a muchos fanáticos con su buen rendimiento.

Con la posible incorporación de Patrick Sequeira, este emblemático club buscará seguir consolidándose en la primera división de Portugal y revivir los días de gloria que alguna vez conocieron.