Alberth Elis sufrió en febrero una fractura en el cráneo cuando jugaba en el Girondins Burdeos, que lo tuvo en un coma inducido y que según los doctores que lo atendieron no tenían muchas esperanzas sobre su evolución, por lo que el futbolista decidió compartir lo vivido.

Elis viajó a su natal San Jan Pueblo en Atlantida y fue invitado por una iglesia para hablar con los feligreses, en el que confirmó que tuvo miedo de quedar en estado vegetal, en especial con lo que se le decía mientras se recuperaba y también de no poder tener actividad futbolística.

El testimonio de Alberth Elis

“Cuando me levanté del coma me di cuenta de que uno puede tener lo que quiera, pero cuando estás tirado en una cama eso no importa para nada, él único que puede salvarte es Dios. Automáticamente me di cuenta de lo agradecido que se debe ser con Dios. Hay tanta gente que no tiene que comer, hay tanta gente que no puede ver, que no puede caminar, Dios ha sido tan bueno con nosotros que tenemos todo eso, debemos ser agradecidos con Dios”

Lo único que te da felicidad es Dios, el que está en tu corazón, yo me di cuenta de eso. Yo me pregunté tras levantarme del coma: ¿si yo no estoy muerto ese día, cómo había vivido mi vida?’. Ahí me di cuenta de que no estaba viviendo mi vida como debía serlo, no disfrutaba el tiempo con mi familia como debía serlo. Me di cuenta de que lo primero es tener a Dios en su corazón. Luego disfrutar con las personas que uno ama, con la familia, amigos, salir a comer con tus amigos, que todo estén bien con tu salud, es lo más importante. Lo primero es buscar de Dios. Todas las bendiciones vienen por él”

“Yo he tenido cerca de seis operaciones en mi cuerpo, le contaba a mi papá y le decía que cada lesión era que Dios me decía: ‘Hijo, no te apartes de mí, hijo, acercarte más a mí’. Aun así me seguía bendiciendo. Ahora después de esta lesión que tuve me di cuenta de que, al final, Dios quiere vivir a mi lado, yo no me vuelvo a separar de él

“El doctor preguntó a mi papá y mamá en dónde vivíamos, que si vivíamos en un segundo piso, sería mejor que nos pasáramos a un primer piso, porque cuando regresara no lo iba a hacer caminando, no sabía si iba a regresar vegetal, gracias a Dios lo hice corriendo la primera vez que subí. El doctor me dijo que era el primer jugador en Europa al que le hacía esa operación. Fui yo el elegido, ¿por qué? Al final estoy agradecido, eso me cambió, tengo a Dios en mi corazón, soy feliz”.

“El doctor me dijo: ‘Nosotros pensamos que ibas a estar años si volvías a ser el mismo’. Automáticamente, según ellos, no iba a jugar fútbol. Ojalá vuelva a ser el mismo, yo a los dos meses estaba prácticamente al 100%. Lo más importante es tener a Dios en tu corazón”.