El Club Comunicaciones atraviesa uno de los momentos más complicados del Torneo Apertura 2025, sumido en una crisis de resultados que ha encendido las alarmas entre la afición y la dirigencia. Tras la llegada de Iván Franco Sopegno, quien asumió nuevamente el mando del banquillo albo, el equipo ha mostrado ligeras mejorías en su juego, pero aún no logra reencontrarse con la victoria tras tres partidos dirigidos por el argentino.

Pese a los números adversos, Sopegno mantiene un mensaje de optimismo y trabajo constante, asegurando que el grupo tiene el potencial para revertir la situación. El estratega también dejó abierta la posibilidad de realizar nuevas incorporaciones, más allá de la llegada del colombiano Deyner Padilla, quien fue su primera apuesta en este nuevo ciclo.

“Nuestra realidad es así, estamos bajos de minutos de jóvenes, sabíamos desde el comienzo del torneo que si se complicaba la cosa había que acuerparse. El club está sufriendo reorganización, pero nos está apoyando. Espero que con el tiempo podamos reforzar el equipo también”, explicó el técnico crema.

El empate sin goles en el Clásico 335 ante Municipal sirvió como un respiro leve para los albos, que al menos mostraron una mejor versión en defensa y un compromiso colectivo más sólido. Sin embargo, la falta de gol sigue siendo la principal preocupación del cuerpo técnico, que trabaja a marchas forzadas para mejorar la efectividad ofensiva de cara a los próximos compromisos.

Comunicaciones sigue en la parte baja de la tabla

En la tabla de posiciones, Comunicaciones ocupa el puesto 11 con apenas 13 puntos, un registro muy por debajo de las expectativas de un club acostumbrado a pelear por los primeros lugares. La racha de cinco juegos consecutivos sin ganar ha profundizado la presión, tanto sobre los jugadores como sobre Sopegno, que busca devolverle identidad y confianza a su plantel.

Los albos ya se preparan para visitar a Deportivo Marquense el próximo sábado, en un partido que podría marcar un punto de inflexión en su torneo. Una victoria en San Marcos no solo aliviaría la presión interna, sino que también podría ser el primer paso para salir de la crisis y retomar el camino hacia los puestos de clasificación.