El entrenador español Rubén de la Barrera rompió el silencio sobre su etapa como seleccionador de El Salvador, en una entrevista concedida al pódcast Zenith Fútbol, donde abordó los desafíos, limitaciones y aprendizajes que dejó su breve paso por el banquillo cuscatleco. El estratega, que dirigió al combinado nacional durante apenas 90 días, explicó que su llegada tuvo como objetivo principal impulsar un proyecto de desarrollo a largo plazo, en medio de un contexto institucional complicado.
“Voy a una federación que está intervenida por la FIFA, y de lo que se trataba era de establecer un proyecto, un plan de desarrollo, en un país donde, por determinadas circunstancias, se han ido perdiendo generaciones”, recordó el técnico ibérico, quien fue presentado por Diogo Gama y la primera Comisión de Regularización de la FESFUT el 19 de septiembre de 2023.
Las dificultades de Rubén De La Barrera en El Salvador
De la Barrera profundizó en las dificultades de trabajo que enfrentó durante su gestión, marcadas por las limitaciones de tiempo y recursos. “Yo no solo era seleccionador, sino que estaba involucrado día a día. Con los jugadores de la Primera División podíamos entrenar una o dos veces por semana o establecer ciclos de tres semanas. Los que jugaban fuera, principalmente en Estados Unidos, México o Costa Rica, se ajustaban a las fechas FIFA. Eres más entrenador que seleccionador, pero no estás todos los días con ellos”, explicó.
Otro de los grandes desafíos fue la presión mediática y deportiva que rodeó al equipo. “Cuando llegué, era una selección que llevaba aproximadamente un año y pico sin ganar un partido. Por un lado estaban las necesidades formativas y los planes de desarrollo, y por otro, los objetivos de la Federación. Además, debido a los resultados que no se estaban consiguiendo, la selección era objeto de debate día tras día”, relató el estratega. “Allí, el trato que se da a la selección es muy distinto al de los clubes: hay que construir algo, pero también responder a la presión inmediata”, añadió.
Pese al corto tiempo, el técnico aseguró que intentó fortalecer la relación con los clubes locales, buscando integrar su visión de trabajo con la realidad del fútbol salvadoreño. “No iba solo en fecha FIFA y luego regresaba a España. Establecíamos un trato directo con los clubes, compartiendo ideas y escuchando sus inquietudes. Desde ahí intentábamos acercar las exigencias de la selección al trabajo diario de los equipos. Es una tarea que requiere mucho tiempo, comunicación y no siempre resulta fácil”, reconoció.
Durante su mandato, Rubén de la Barrera dirigió cuatro partidos, con un balance de tres empates y una derrota, resultados que no fueron suficientes para evitar el descenso a la Liga B de Naciones de la CONCACAF 2023. El 18 de diciembre del mismo año dejó el cargo para fichar por el Vizela, de la primera división de Portugal, cerrando así una etapa corta pero intensa en el banquillo de la azul y blanco.
