La Selección de El Salvador vive días de incertidumbre luego de que la FIFA abriera un expediente disciplinario tras la denuncia de Surinam por presuntos insultos racistas sufridos por sus jugadores en el estadio Cuscatlán. El gran temor de la afición y del cuerpo técnico es que el escenario quede suspendido para los partidos de octubre ante Panamá y Guatemala, duelos clave en la Eliminatoria Mundialista de Concacaf.

Ante este panorama, la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) ha tomado cartas en el asunto para intentar evitar el castigo. En primer lugar, envió una carta oficial a la FIFA en la que lamentó profundamente lo sucedido y, al mismo tiempo, hizo un llamado de atención a la afición para que no se repitan este tipo de conductas en los próximos encuentros.

Además de la carta, la Fesfut decidió emprender una campaña contra el racismo, publicando videos e imágenes en sus diferentes redes sociales, con mensajes que promueven el respeto y la convivencia en los estadios. Esta estrategia busca enviar un mensaje de concientización a los seguidores y, al mismo tiempo, mostrarle a la FIFA un compromiso real para erradicar comportamientos discriminatorios.

El Salvador a la espera de la decisión de FIFA

El ambiente en El Salvador es de expectativa, pues la posibilidad de jugar sin público en el Cuscatlán sería un golpe anímico y deportivo muy fuerte para la selección que dirige Hernán Darío “El Bolillo” Gómez. La localía ha sido históricamente un factor determinante para la “Selecta”, y no contar con su gente ante rivales directos complicaría sus aspiraciones mundialistas.

La campaña lanzada por la Fesfut ha tenido eco entre aficionados y medios de comunicación, quienes han destacado la importancia de mantener el apoyo a la selección dentro de un marco de respeto hacia el rival. La institución espera que estas acciones sirvan como atenuantes para que el máximo ente del fútbol mundial no imponga una sanción ejemplar.

De esta manera, El Salvador se mantiene a la espera de la resolución de FIFA, con la esperanza de que el mensaje de unidad y respeto tenga un impacto positivo. Mientras tanto, la afición se prepara para vivir con tensión los próximos días, sabiendo que una decisión desfavorable podría cambiar por completo el rumbo de los compromisos de octubre.