El Estadio Nuevo de Limón, inaugurado en por el gobierno de Costa Rica en 2009 con la promesa de convertirse en un pilar del deporte en la región, hoy se encuentra en un estado de abandono absoluto.
Este escenario, que fue construido con una inversión de ₡1.650 millones, originalmente sirvió como sede para los Juegos Deportivos Nacionales, pero desde entonces ha caído en el olvido.
Las instalaciones presentan un panorama desolador: la pista sintética está completamente deteriorada, la cancha de fútbol en un estado lamentable, y los vestuarios se han convertido en hogar de murciélagos.
Una inversión fantasma
En 2021, el gobierno de Costa Rica intentó tomar cartas en el asunto, anunciando una nueva inversión de ₡639 millones para la rehabilitación del recinto que supo ser sede de los partidos de Limón FC.
Sin embargo, tres años después, las obras aún no han comenzado. El Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER) ha declarado no contar con el presupuesto necesario para iniciar los trabajos de recuperación.
La búsqueda de soluciones
En un intento por encontrar una salida a esta situación, recientemente se llevó a cabo una reunión entre Osael Maroto, presidente de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), el director del ICODER y la alcaldesa de Limón.
La cita tuvo como objetivo evaluar las posibilidades de rehabilitación del estadio, cuya capacidad para 3,000 espectadores sigue siendo un potencial desaprovechado. Esta reunión se presenta como una luz de esperanza para el resurgimiento de un recinto que, de ser recuperado, podría brindarle un enorme impulso al desarrollo deportivo en Limón.