La derrota ante Haití dejó a la Selección de Costa Rica al borde de la eliminación rumbo al Mundial 2026, encendiendo la indignación de la afición y de varias figuras históricas. Entre las voces más duras apareció la de Rolando Fonseca, quien en Telenoticias rompió el silencio y lanzó una crítica frontal al manejo del fútbol nacional durante la última década.
Fonseca aseguró que, por años, ha denunciado fallos profundos en la estructura deportiva del país, pero que incluso así muchas personas intentaron silenciarlo.
“Me han mandado a callar”, afirmó sin vueltas, antes de explicar por qué no piensa hacerlo.
Según el máximo goleador histórico de la Tricolor, la crisis actual no es casualidad, sino el resultado de errores acumulados, malas decisiones administrativas y responsables que, a su juicio, han preferido mirar hacia otro lado. Para él, varios entrenadores y dirigentes han sido parte del problema.
¿Qué dijo Rolando Fonseca sobre el presente de Costa Rica?
“Técnicos que se traen al fútbol de Costa Rica que se aburren, que se van; los itinerarios que no sirven de nada, que son antojadizos… Puedo hablar de Claudio Vivas, Paulo César Wanchope, Rónald González. Si me voy hacia atrás, son todos los que han participado. Terminan siendo cómplices de una mala gestión de diez años y que hoy nos tiene en un fútbol que está enfermo”, declaró.
Fonseca añadió que su compromiso es con el país y no con intereses externos, por lo que no bajará su tono ni moderará su discurso: “Lo hemos dicho aquí y varia gente me mandó a callar, a bajarle el volumen a Rolando Fonseca, pero no lo puedo hacer porque lo hemos dicho y el verde no miente”.
La situación de la Selección es crítica. Para mantener con vida el sueño mundialista, Costa Rica debe vencer a Honduras el próximo martes y, además, esperar que Haití no le gane a Nicaragua, ya eliminada.
El margen es mínimo, la preocupación es máxima y, mientras tanto, voces como la de Fonseca exigen que se hable con claridad sobre la responsabilidad de quienes han conducido al fútbol costarricense al borde de su peor fracaso en más de 40 años.
