El Club Sport Cartaginés dejó escapar una oportunidad valiosa en la semifinal de ida del Torneo de Apertura 2025. En el Fello Meza, frente a su afición, los brumosos cayeron 2-1 ante el Deportivo Saprissa, que supo golpear en momentos clave gracias a un autogol de Everardo Rubio y un certero cabezazo de Kendall Waston. Marco Ureña descontó y mantuvo viva la serie, pero la sensación fue amarga para el conjunto dirigido por Andrés Carevic.

A diferencia de otros encuentros, el técnico argentino no esperó demasiado para exponer su inconformidad. Apenas llegó a la conferencia de prensa posterior al partido, Carevic fue directo, sin adornos, y señaló públicamente lo que considera la raíz del problema.

¿Quién fue el culpable de la derrota según Andrés Carevic?

Andrés Carevic le apunto a los jugadores y sus errores durante el encuentro ante Saprissa: No se hizo lo que se trabajó en la táctica fija, esa es mi molestia y se lo dije a los jugadores. En estas instancias no se pueden cometer esos errores fundamentales”.

El gol en propia puerta y la desconcentración en la marca del segundo tanto parecieron respaldar su postura. Saprissa, que llegó con un plan muy definido y aprovechó cada descuido, contó con la jerarquía de Waston para transformar en ventaja lo que Cartaginés dejó al descubierto.

Para Carevic, esos momentos explican por qué su equipo queda ahora en una situación más complicada de cara al partido de vuelta en Tibás. “Se los dije”, insistió, dejando entrever que el cuerpo técnico había advertido la importancia de la pelota parada ante un rival que históricamente saca provecho de estas jugadas.

Aun así, el entrenador también reconoció que la responsabilidad no se limita solo a lo defensivo. Cartaginés generó ocasiones claras, especialmente en los primeros 25 minutos, pero la falta de contundencia volvió a pasar factura en un partido de alto peso competitivo.

Tuvimos oportunidades que no pudimos concretar, tenemos que trabajar en eso”, lamentó Carevic, quien insistió en que este tipo de escenarios no perdonan la falta de eficacia. Ureña marcó el gol de la esperanza, pero el equipo estuvo lejos de capitalizar las varias aproximaciones que construyó.