En medio de la tensión por los dos partidos decisivos rumbo al Mundial 2026, Alonso Martínez rompió el silencio y dijo lo que muchos dentro de la Selección Nacional prefieren callar. El atacante, figura en Estados Unidos y una de las cartas ofensivas más importantes del “Piojo” Herrera, habló con una sinceridad que dejó entrever lo que significan los recientes cambios en la convocatoria del combinado costarricense.

La Tricolor se juega su futuro ante Haití y Honduras, sabiendo que solo ganando ambos encuentros podrá obtener el boleto directo a la Copa del Mundo de Norteamérica. En este contexto, cada decisión del cuerpo técnico tiene peso, especialmente las ausencias de Andy Rojas y Jeyland Mitchell, dos de los jóvenes que fueron parte del proceso anterior y que quedaron fuera de la lista final.

Martínez no esquivó la pregunta sobre los regresos de Joel Campbell y Celso Borges, quienes ocuparon los espacios que antes habían tenido los futbolistas descartados. Sus palabras dejaron claro el contraste entre la experiencia y la juventud.

¿Qué dijo Alonso Martínez sobre los cambios que hubo en La Sele?

“Lo que me piden son goles, atacar el espacio, es lo que sé hacer muy bien. Ahora tengo compañeros como Celso Borges o Joel que pueden filtrar la pelota”, dijo Alonso, marcando una diferencia evidente entre los nuevos nombres y los que quedaron al margen.

El atacante fue más allá al referirse específicamente a Campbell, uno de los históricos que vuelve para la recta final del camino hacia el Mundial. “Creo que Joel nos va a aportar muchísimo, es un jugador que lo viene haciendo bien con la Liga. Él sabe muy bien que está aquí con nosotros para aportarnos, sabe jugar muy bien las eliminatorias, entonces estamos muy felices”, agregó.

En pocas palabras, Alonso Martínez dijo lo que nadie en el camerino se atrevía: los regresos de figuras consagradas como Campbell y Borges cambian el panorama dentro del equipo, elevan el nivel competitivo y, al mismo tiempo, dejan en evidencia que Miguel Herrera apuesta por la experiencia por encima del recambio generacional justo en el momento más crítico del proceso.

Mientras el debate sigue abierto, el atacante se enfoca en seguir haciendo lo que mejor sabe: marcar goles. En sus botas, y en las de los veteranos que volvieron a la convocatoria, descansa buena parte de la ilusión de todo un país que aún sueña con ver a Costa Rica en el Mundial de 2026.