En la conferencia de prensa posterior al empate sin goles de Liga Deportiva Alajuelense en su visita a Guadalupe FC, Óscar “Machillo” Ramírez fue consultado acerca de la situación de Tristán Demetrius, el joven delantero haitiano que disputó su primer partido como titular con el uniforme rojinegro.

Aunque el histórico entrenador no negó el potencial del atacante de 20 años, también mostró cautela sobre su evolución: “Hay un proceso que hay que caminar y en este caso creo que todavía a él le falta. Tiene las condiciones, pero hay que saberlo llevar, igual que como a ustedes los jóvenes“, afirmó.

El DT más ganador en la historia manuda quiso dejar en claro que, con los prospectos, la paciencia es clave para evitar quemar etapas. Y para graficarlo, recurrió a un recuerdo que todavía le pesa de su primera era al frente del club, cuando cometió lo que él mismo calificó como un error.

El recuerdo de Vianney Blanco

Ramírez recordó el caso de Vianney Blanco, un mediocampista que a principios de la década del 2010 era considerado como una de las grandes joyas del fútbol costarricense, pero cuya carrera no llegó a consolidarse. Tanto es así que en 2016, el oriundo de San Isidro de El General, asediado por las lesiones, decidió colgar los botines de manera prematura.

El nombre de Vianney Blanco ilusionaba a Alajuelense (La Nación).

“Una vez me pasó con un muchacho, Vianney Blanco, que una vez lo puse contra Pérez Zeledón. En los entrenamientos para mí era maravilloso. Después lo puse contra Pérez Zeledón, la misma tierra de él, y desde ahí lo perdí. Lo perdí, nunca más y desgraciadamente por esa acción precipitada en algún momento mía, porque era muy joven todavía, con 17 años”, confesó el Machillo, dejando ver lo marcado que quedó por aquella experiencia.

“Lo tengo grabado en la cabeza”

Ramírez aseguró que ese episodio fue un aprendizaje que todavía hoy tiene muy presente. “Eso lo tengo grabado en mi cabeza, no sé si fue una decisión errónea, y lo fue, que no dio lo que tenía que dar y son cosas de la vida que uno aprende, que hay que saberlas llevar”, explicó.

En total, Blanco disputó solo 7 partidos oficiales con Alajuelense antes de ser transferido al Pachuca de México, donde tampoco logró consolidarse en el primer equipo. Posteriormente regresó a Costa Rica, pasó por Herediano, Belén FC y Guadalupe, pero las lesiones terminaron por llevarlo a la decisión de retirarse con apenas 24 años.

La del otrora prometedor volante ofensivo es una historia que Ramírez no olvida y que hoy utiliza como advertencia para no repetir los mismos errores con los nuevos talentos del CAR.